Es jueves, ¡es mi momento en OMGT! Pues bueno, como adelanté la semana pasada, daríamos por finalizada la primera novela de Kuroko no Basket con el Extra G. Veré si preparo un pdf para los que queráis bajarlo en ese formato, pero tengo que hablar un par de cosas con Joeyna a ver como quiere que lo hagamos.
Disfrutad del extra G y la semana que viene creo que puedo adelantar que se publicará algo... ¿Qué será...? xD
Extra G: Soy el
nuevo miembro
“Soy un perro.”
Mi nombre es Tetsuya Nigou. Soy el miembro más reciente del equipo de baloncesto del
instituto Seirin.
Hoy os contaré a todos mi magnífico día a día.
Por la mañana, salgo a correr un rato con el equipo de
baloncesto. Combinar ejercicio con periodos de descanso según un horario
equilibrado resulta muy saludable.
Siempre les animo haciendo mucho ruido para darles moral.
De todos modos, parece que no acaban de entender todo el
empeño que pongo y sólo saben decir cosas como “Nigou está a tope hoy”. En
serio, no entienden los sentimientos de las demás personas... no, de los demás
perros; qué maleducados. Pero bueno, como soy un perro con un gran corazón los
perdonaré. Así soy yo.
Después de correr por la mañana, es hora del desayuno. La
que me prepara el desayuno es la entrenadora, Riko.
“Vamos vamos vamos, es hora del desayuno~ Verás qué rico~ Es
una lata de comida especial~”
En cualquier caso, estoy un poco preocupado cuando la comida
viene de Riko. La cuestión es que cuando entré en el equipo probé el almuerzo
especial que me preparó... ¡y estuve tres días enteros entre la vida y la
muerte!
Desde aquello, Riko cambió el almuerzo especial por la ‘lata
de comida especial’. De todos modos, soy un ser excepcional que ha superado los
límites de la evolución. No volveré a repetir el mismo error. Ahora siempre
huelo cuidadosamente todo en busca de algo inusual, y sólo entonces como.
Después del desayuno, tengo tiempo libre... o eso es lo que
muchos de vosotros pensaréis. ¡Sois unos ingenuos! Tan ingenuos que me duele en
lo más profundo de mi ser.
Ahora es momento en el que puedo mostrar todo mi talento.
En el club siempre hay un montón de gente entrando y
saliendo. Como muchos de ellos dirían, ‘es hora de estudiarse a uno mismo’.
Después de eso, los que van llegando al club siempre me
dicen:
“Vamos a jugar, Nigou.”
En serio, está claro que los que quieren jugar son ellos y a
mí me usan como una simple excusa. Son como un puñado de críos. Pero bueno,
como soy buena gente nunca les digo que no.
No es, en absoluto, que juegue con ellos porque me apetezca
ir detrás de la pelota o jugar al tira y afloja.
Hay veces que no me llaman para jugar.
“Qué envidia me das... ahí, sin preocupaciones...”
En vez de eso, me dicen cosas tan bruscas como esa,
ignorando mis propios deseos para contarme sus propias preocupaciones.
En esos momentos, siempre les echo una oreja para escuchar
sus problemas y darles algunas sugerencias.
Cuando alguien te cuenta sus problemas, tienes que darle una
respuesta adecuada. Eso es un conocimiento básico para un perro. De todos
modos, no importa que les haga una buena sugerencia, después de todo los chicos
son simples humanos. Son incapaces de comprender el alto grado de comprensión
que les dedico.
“Mmm, ¿qué pasa? ¿Estás tratando de animarme? Gracias.”
Y así, cada vez que acaban hablando solos, misteriosamente
se acaban animando y se van. Aunque tener a alguien que te dé ánimos es algo
muy positivo, nadie es capaz de comprender mis propios problemas. Esto hace que
me sienta un poco vacío por dentro.
Bueno, después de las clases llega la hora de las
actividades del club. Ahora están preparando la lucha por la Winter Cup. Yo también
les apoyaré desde lo más profundo de mi corazón. Por supuesto, si estoy ahí,
será imposible que el equipo de Seirin pierda.
“¡Este chico siempre está pensando en esas cosas!”
Dijo Izuki mientras abrazaba a Nigou.
“Mierda, siempre he pensado que iba como si tuviera un aura
superior. Así que es verdad.”
Kagami estaba enfurecido.
“Kagami-kun, probablemente seas el único que piensa así.”
Respondió Kuroko, que estaba detrás de él.
“Estaría genial su pudiéramos saber en qué está pensando
Nigou~”
Dijo Koganei, que estaba mirando a Mitobe, que asintió.
“¿Mm? ¿Podría ser que todo lo de antes fuera obra de Izuki?”
Kiyoshi se quedó congelado de la sorpresa. Hyuuga se dio dos
golpes suaves en la cabeza.
“Bien, bien, ¡a entrenar!”
Las órdenes de Hyuuga resonaron en la pista de baloncesto.
El miembro con el número dieciséis a la espalda respondió rápidamente:
“¡Arf!”
Hola que tal, excelente trabajo, no traduciras el vol 2?
ResponderEliminarPues tengo el problema de que no tengo traducciones inglesas disponibles del segundo tomo. Tengo un par de capítulos traducidos, pero hasta no saber si podré tener todos no he querido ir sacando el proyecto porque me daría mucha rabia dejarlo a medias.
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