domingo, 15 de enero de 2012

No. 6 Vol 3 Capítulo 1 Parte 2

Mini actualización después de siglos.


El pequeño teatro era uno de los pocos entretenimientos que había en el Bloque Oeste. Y, como alguien que se sube a un escenario, Nezumi hacía pagar a su audiencia – o más bien les hacía querer pagar – el poco dinero que tenían en un espectáculo que no iba a contribuir a llenarles el estómago. Era el hermoso semblante de Nezumi y su voz profunda y clara lo que les  hacía querer. Su voz  llevaba el descanso a las almas que estaban atrapadas, separándolas con suavidad del cuerpo. Su apariencia hacía que fuese imposible distinguir si era un hombre o una mujer, humano o demonio, Dios o Satán. Su audiencia, en lo poco que duraba una tarde, podía olvidar lo duro que había sido el día y lo que le esperaba el día siguiente y se dejaba intoxicar por su voz.

Una vez que salían del teatro, les esperaba la realidad – los bolsillos vacíos; niños llorando de hambre en casa – pero, a pesar de eso, la expresión que tenía la gente en su cara era la de ir ebrio mientras se adentraban más y más en la oscuridad.

Es una  ilusión. No  es más que un gran fraude.

Cada vez que veía a Nezumi, Inukashi se repetía esas palabras mentalmente. Nezumi era como  una de esas chicas preciosas que manipulan a los hombres y le sacan todo lo que quieren. Inukashi también había pasado por eso una vez.

Mamá estaba sufriendo muchísimo y no sabía que más hacer aparte de llamarle a él. Le pedí que dejase ir en paz el alma de mi madre. Eso estaba bien. Su canción era impresionante, y mi madre dejó de sufrir. Pero lo que hizo antes de eso – la cantidad de dinero que pidió mientras mi madre estaba sufriendo – era más que suficiente para poder vivir un mes sin trabajar. Con cualquier otro perro no habría aceptado. Le habría cortado el cuello o les habría aplastado la cabeza con mis propias manos, una muerte rápida y sin dolor. Pero no podía hacerle eso a mi madre. Nunca podría hacerle eso con mis propias manos. Él lo sabía y por eso pidió tanto dinero. Después de enterrar a mi madre, mis perros y yo tuvimos que trabajar tres días seguidos sin comer nada. Es un fraude. Captura el alma de la gente, se aferra a ellos y les enseña un sueño. Puede parecer real, pero sigue siendo falso. Los sueños son sueños. No puedes vivir de ellos.

Inukashi abrió el armario y sacó el pan y la bolsa de fruta seca.

“Si no has venido para recoger a Sion, ¿qué haces aquí?”

“¿Puedes darme algo de comer? Me muero de hambre.”

“Menudo bromista,” dijo Inukashi, burlándose. “No tengo nada digno de una estrella como tú. Pero, por una moneda de plata, puedo darte pan, fruta y agua.”

“¿Una moneda de plata por pan enmohecido, frutas secas que están duras como piedras y agua del río? Eso es pasarse, Inukashi.”

“Mucho más barato de lo que cuesta oírte cantar a ti.”

Nezumi soltó una risita.

“¿Aún me la guardas por eso?”

“Por supuesto.”

“He cantado para tus perros varias veces después de eso. Hasta puede considerarse caridad teniendo en cuenta lo que me pagaste.”

“Eso es lo que más me cabrea de todo. Te aprovechaste de mí. Te quedaste con todo el dinero que tenía. Estuve a punto de morirme de hambre.”

“Bueno, si vuelve a pasar, llámame,” dijo Nezumi con amabilidad. “Te cantaré una canción sobre comida como despedida.”

“Rebosas compasión, ¿eh?” replicó Inukashi. Hundió los hombros y se puso delante de Nezumi. Repitió la pregunta.

“¿Qué quieres?”

Nezumi, sentado todavía en la silla, tiró una moneda encima de la mesa. A Inukashi se le ensancharon los ojos.

“Oro…” susurró.

“Es real. Compruébalo.”

Inukashi cogió la brillante moneda con los dedos y la examinó.

“Es verdad – es real. Sí. Es de verdad.”

“Quiero que hagas un trabajo para mí,” dijo Nezumi con una voz inexpresiva.

“¿Un trabajo? ¿Un trabajo que cuesta una moneda de oro?”

“Eso es un adelanto. Cuando el trabajo esté hecho, te daré otra moneda de oro.”

“Derrochador, ¿eh? Pero no voy a aceptarlo.” Inukashi tiró la moneda en la mesa.

“¿Vas a rechazar un trabajo que vale dos monedas de oro sin ni siquiera escuchar qué es?”

“Lo estoy rechazando porque es un trabajo que vale dos monedas de oro. Puedo oler el tufo.”

“¿Tufo?”

“El olor del peligro. Mi nariz me está avisando – me está diciendo no vayas o acabarás en el hoyo. No me importa el dinero que ofreces. Si muero, se acaba todo. Sea como sea, un trabajo que implica una Rata y dos monedas de oro es como meter la mano en un nido de serpientes venenosas. No quiero morir aún.”

“Por eso es por lo que consigues el dinero sin morir - ¿un trabajo no consiste en eso? Evitar el peligro no te va a traer ningún beneficio.”

“Depende del nivel de peligro. Todos tus trabajos son peligrosos y tienen truco. Estamos hablando de dos monedas de oro. Si esto me lo hubiese propuesto cualquier otro, lo habría aceptado en menos de un segundo. Joder,” remulgó Inukashi. “ya me siento como si me hubieses estafado.”

Nezumi se levantó y se guardó la moneda de oro.

“Supongo que no puede ser. Mala suerte.”

“No te lo tomes a pecho. Pero las cosas que tienen que ver contigo son muy peligrosas. Y, para ser sinceros, no quiero tener mucho que ver contigo.”

“Entonces es mutuo,” dijo Nezumi airadamente. “Está bien. No vamos a volver a cruzar caminos. No voy a volver a encargarte otro trabajo. En cuanto a ti, no importa cuanto estés sufriendo, no vengas a buscarme.”

Inukashi cogió por el brazo a Nezumi cuando éste se dio la vuelta. Lo había hecho con tanta rapidez que casi se tropieza.

“E-espera un momento, Nezumi. ¿Qué quieres decir con eso de que no importa cuanto esté sufriendo?”

“Justo eso. Si algún día acabas como tu madre y estás sufriendo porque no puedes morir, no haré nada al respecto. Puedes llamarme que no voy a venir.”

“¿Qué estás diciendo…?” Inukashi dijo con la voz temblorosa. “¿Yo? ¿Morir dolorosamente? Eso no va a pasar… Además, soy más joven que tú, ¿no? Por lo menos, eso creo.”

Nezumi se sacudió la mano de Inukashi.

“Inukashi, aquí la edad no importa. Lo sabes, ¿verdad? No se puede predecir la muerte. Llega y  ya. Y cuánta gente aquí tiene la suerte de que su  muerte no sea dolorosa, ¿eh? La mayoría sufre, sufre y  muere retorciéndose de dolor. Mañana, puede que alguien te clave una navaja en el estómago. Puede que te abras la cabeza con un pedazo suelto de escombro. Puede infectársete una herida e ir pudriéndote. Puedes coger una enfermedad. ¿Puedes estar seguro de que no va a pasarte nada de eso? ¿Eh, Inukashi? ¿Puedes estar seguro de que tú, entre toda la gente, vas a morir sin sufrimiento?”

El par de ojos grises se le clavaron. Tenían el brillo de una buena prenda, y brillaban como las nubes cuando tapan el Sol. Su voz resonaba en sus oídos con profundidad.

Inukashi tomó aire y dio un paso atrás.

Era un truco. Una ilusión. Está intentando atraparme.

“Sufre todo lo que tengas que sufrir porque no puedes morir. No voy a mover un dedo. Te parece bien, ¿verdad?”

Inukashi se hundió en una silla.

Conocía la muerte. La había visto muchísimas veces. Y ni una de ellas había sido lo que puede decirse decente. Por eso era por lo que – por lo que quería seguir viviendo. Sentía que siempre que sobreviviese, podría tener una muerte más o menos decente. Aunque era demasiado insignificante para llamarlo esperanza, Inukashi admitía querer tener una muerte pacífica.

Joder.

Apretó los dientes. Nezumi curvó los labios en una leve sonrisa.

8 comentarios:

  1. http://www.lanove.net/2012/01/web-amiga-novela-n-6.html =D Si quieres que agregue algo avísame!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Está perfecto^^ Si quieres puedo avisarte cuando actualice para que no tengas que estar pendiente. Ya me dices algo^^

      Eliminar
  2. +Q+ Nezumi tiene el poder del convencimiento!
    gracias por la actualizacion! ya quiero ver que pasa +w+

    ResponderEliminar
  3. Pues si no es mucha molestia, aunque estaré pendiente de igual manera =D

    ResponderEliminar
  4. Hola, Joey primero quería agradecerte la traducción que haces de todas estas novelas pero en especial de No.6 es difícil encontrar a alguien que traduzca tan bien esta novela ^-^
    Quería comentarte una cosilla pero me gustaría que fuera por correo electrónico si no te molesta claro, podrías facilitarme tu email de esa forma hablaríamos mejor jajaj y tranquila no es nada malo jaja esto puede sonar muy serio pero nah! jajaja
    Un saludo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es por no darte mi correo, pero no me apetece ponerlo aquí como tu comprenderás y no se me ocurre otra manera de dártelo xD ¿Puedes decírmelo por Twitter o algo de eso?

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

      Eliminar
  5. Joey... me encanto tu traducción!! esperando por mas cuando puedas!! =D

    ResponderEliminar