Bueno, pues aprovechando que es jueves otra vez, aquí os dejo el segundo capítulo de la primera novela de Kuroko no Basket. Probablemente vaya poniendo un capítulo a la semana, así con un poco de suerte podré seguir el ritmo para publicar el primero de la segunda novela. Luego ya, dependemos de que la traducción inglesa avance o no, pero bueno...
2nd G: El libro blanco de la juventud ~Las vacaciones de verano aún no han terminado~
2nd G: El libro blanco de la juventud ~Las vacaciones de verano aún no han terminado~
Acompañados de un gran ruido, lo que habían estado buscando
durante los últimos 40 minutos entró en la canasta, sacudiendo la red.
Al mismo tiempo, el silbato que indicaba el final de la
competición sonó.
El torneo del caluroso verano había terminado.
Pero su verano aún no había terminado.
-
¿Sabes cuáles son las tres claves de todas vacaciones de
verano?
La repentina pregunta hizo que Kise se detuviera cuando se
disponía a coger su uniforme de su taquilla.
“¿Tres claves? ¿Qué quieres decir? ¿Es un acertijo?”
Preguntó Kise al que lanzó la primera pregunta, Moriyama
Yoshitaka.
Estaban en el vestuario masculino del pabellón de baloncesto
del Instituto Kaijou.
Había pasado una semana desde el partido contra Touou en los
cuartos de finales del torneo interescolar. Después del partido, el equipo de
baloncesto del instituto Kaijou recompuso sus emociones y volvió al
entrenamiento diario. No importaba si habían ganado o perdido. El tiempo ponía
a cada uno en su lugar y para ganar el próximo partido lo único que podían
hacer era trabajar duro en cada entrenamiento.
Tras finalizar el duro entrenamiento diario, Kise estaba a
punto de cambiarse cuando escuchó aquella pregunta.
Kise estaba esperando a que Moriyama contestase, pero no
esperaba que dicha persona empezase a echarse desodorante alegremente evitando
contestar.
“Hey, hey, ¿Moriyama-senpai? No dejes la adivinanza a
medias.”
“No es ninguna adivinanza. Es un principio universal.”
Después de echarse el desodorante, Moriyama contestó
mientras se atusaba su pelo recién teñido. Kise estaba confuso.
“¿Principio? ¿Las tres claves de las vacaciones de verano?”
“Eso es. Los tres elementos que existen para enriquecer las
vacaciones de verano. Fuegos artificiales, Yukata y pruebas de valor.”
“.......”
Al final, todo lo que quería decir Moriyama era eso. Kise no
tenía nada que decir. En cualquier caso, Moriyama le ignoró y continuó:
“De todos modos, estos tres elementos clave tienen un
requisito muy importante. ¿Sabes de qué se trata?”
“No, no tengo ni idea...”
Aunque Kise realmente querría haber seguido con ‘...de lo
que estás hablando’, en el equipo de baloncesto le daban una gran importancia a
la jerarquía entre miembros, por lo que no podía ignorar por completo las
palabras de un veterano.
“El requisito fundamental e imprescindible para estas tres
claves del verano son... ¡chicas guapas!”
Moriyama parecía estar muy seguro de ese punto. Aunque no lo
dijo con un tono elevado, si parecía bastante resuelto.
“Si no conseguimos aprovechar estas vacaciones, entonces no
podremos dar por terminado nuestro verano. ¿Verdad, Kise?”
“...probablemente no.”
Tenía el presentimiento de que eso no iba a terminar nada
bien. Kise se puso su ropa rápidamente.
De repente, le cogieron del brazo justo cuando iba a empezar
a abrocharse los botones de la camisa blanca que acababa de ponerse.
Kise se asustó y se giró para ver que quien le había
sujetado era Hayakawa Mitsuhiro, de segundo año.
Hayakawa, que tenía una expresión seria, puso algo en la
mano de Kise.
“¿Q-Qué es esto?”
Kise miraba lo que le habían puesto en la mano.
Lo que le había dado Hayakawa era un bote de desodorante. En
el bote, había una etiqueta que ponía ‘Desodorante (aromas cítricos)’.
“Según mi investigación online, las chicas no rechazarán a
los chicos con un aroma a cítrico.”
Moriyama lo dijo confiado, mientras miraba a un confundido
Kise. Podía olerse un ligero rastro a jabón y cítrico en Moriyama. Parecía que
el desodorante que había utilizado era el que tenía él ahora en la mano. No, no
era sólo Moriyama... Hayakawa también olía
igual.
(¿¡Qué está pasando aquí!?)
Rodeado por dos tíos que parecían obsesionados de repente
con el olor a cítrico, Kise se quedó sin palabras.
Hayakawa agarró de repente la mano de Kise que no sujetaba
el spray y la levantó tanto como pudo.
“Hey, ¿¡Hayakawa-senpai!?”
“¡Vamos allá! ¡P(r)imero vamos a (r)ociar(l)e un poco!” ((este
personaje pronuncia mal las L-R en japonés))
“¿¡Qué!? ¡Qué estáis diciendo! Además, senpai, ¿podrías no
pronunciar solo palabras sueltas? ¡Parece que estáis hablando en clave!”
“¡A ve(r) si most(r)amos un poco de tacto! ¡Tú no (l)o entiendes!”
“¡Pues no, no lo entiendo en absoluto!”
Al ver que Kise estaba luchando desesperadamente para
resistirse, Moriyama dejó a un lado su corazón por el bien de Kise y sacudió su
cabeza, tomó el spray de antes y le roció toda la espalda a Kise.
“¡Aaaaaaaah! Hey, ¿¡qué hacéis!? ¿Mm? ¿¡Cómo hemos llegado a
esto!?”
“En resumen, ¡vamos a ir a ligar con algunas chicas!”
Kise tragó saliva con los ojos como platos.
-
Después de que el sol se ocultase, unos cuantos chicos altos
se reunieron en la entrada del instituto.
No era necesario decir, como bien habréis supuesto, que se
trataba de los titulares del equipo de baloncesto del instituto Kaijou.
Al ver que todos habían acudido, Moriyama asintió en señal
de satisfacción, y dijo sonriendo:
“Perfecto, ahora ¡a buscar algunas chicas!”
“Oye, ¡espera un momento!”
“¿Qué pasa, Kasamatsu?”
Moriyama, que ya había iniciado la marcha, retrocedió y se
giró hacia Kasamatsu Yukio.
“¿¡Por qué tengo que acompañaros para hacer algo así!?”
Miraba descontento a Moriyama.
Él también desprendía cierto olor a cítricos.
Al igual que Kise, él también había sufrido de la emboscada
del desodorante. Pero al contrario que Kise, él fue convocado a la entrada del
instituto sin saber la razón hasta que la nombraron unos instantes antes.
Kasamatsu miraba a Moriyama con cara de ‘Estoy de mala
leche’. Moriyama replicó con una expresión natural:
“Porque en internet decían que cuanta más gente, mayor era
la probabilidad de éxito a la hora de buscar chicas.”
“¡En serio, chicos!”
Kasamatsu estaba a punto de protestar más, pero fue
interrumpido por la voz entusiasmada de Hayakawa.
“¡Sí! ¡Me esfo(r)zaré a(l) máximo, Mo(r)iyama-senpai!”
“Mmm, necesitas contenerte un poco.”
“¿¡Qué quie(r)es deci(r), Mo(ri)yama-senpai!? Estoy a tope.”
“Oye, ¿¡queréis escucharme!?”
El irritable Kasamatsu estuvo a punto de sacudirles un par
de veces con un habitual puño de hierro, pero alguien retuvo su mano
amablemente.
“Vamos, relájate un poco. Salir de vez en cuando a hacer el
tonto no es mala idea.”
“Kobori...”
El más tranquilo de los titulares, Kobori, soltó la mano de
Kasamatsu y le dedicó una sonrisa irónica:
“Además, si a Hayakawa se le va de las manos, será más fácil
controlarle si tú estás cerca.”
“¡Eso es...!”
Como era de esperar de la persona más sensible del equipo.
Como lo que había dicho Kobori tenía sentido, Kasamatsu tuvo que aceptar a
regañadientes el unirse al grupo ‘busca ligues’.
Kise aprovechó la ocasión para decir “Um, ¿puedo irme ya a
casa?” y acabó recibiendo una mirada penetrante de Kasamatsu, mientras decía
“¿Quieres escaparte de esta tú solo? ¡Ni hablar!”. Al final Kise sólo pudo
rendirse... “No, no importa. No he dicho nada...
Y así, el grupo partió hacia la estación.
De acuerdo con el trabajo de investigación online de
Moriyama, el lugar frente a la estación era la Tierra Sagrada de los
buscadores de chicas.
Aunque ya era de noche, el calor abrasador del verano aún se
hacía notar.
Mientras se abanicaba con el cuello de la camisa para darse
aire, Kise se acercó a Kobori, que andaba a su lado.
“Nunca pensé que Kobori-senpai también estaría interesado en
estas cosas.”
“Tampoco es que pueda decirse que esté interesado...”
Kobori miraba a Kasamatsu y los otros, que caminaban delante
de ellos.
Kasamatsu le repetía constantemente a Moriyama y Hayakawa:
“¡Yo no quería venir! ¡Sólo estoy aquí para acompañaros!”
Kobori sonrió y dijo de modo que sólo Kise pudiera
escucharle:
“Aunque la excusa sea la de aprovechar el verano y ligar con
algunas chicas todos juntos, creo que todo esto se debe a que Moriyama está
preocupado por Kasamatsu.”
“¿Eh? ¿Preocupado?”
Kobori asintió. Kasamatsu y los otros no notaron que los dos
estaban hablando justo detrás de ellos.
“El partido contra Touou fue hace sólo una semana, pero
Kasamatsu ya lo ha superado y se está preparando para la Winter Cup.”
“Menuda fuerza de voluntad. Realmente le admiro.”
“Moriyama... está preocupado por si se está forzando
demasiado a sí mismo.”
“¿Qué?”
“Kasamatsu sabe muy bien por qué le nombraron capitán.
También entiende que, como capitán, puede influir a las personas que le rodean.
Por eso siempre deja sus sentimientos a un lado mientras trata de cumplir
desesperadamente con sus obligaciones. Pero si se fuerza demasiado, llegará el
día en el que no podrá soportarlo más. Por eso, para no dejar que ceda a la
presión, es necesario que descanse de vez en cuando.”
“Vaya....”
Kise dirigió su mirada a los tres que caminaban delante de
él.
Kasamatsu seguía insistiendo con lo mismo a Moriyama y
Hayakawa.
En un principio, Kise no estaba interesado para nada en
formar parte del grupo, pero después de saber que todo era para que Kasamatsu
se relajara, no se opuso más a la idea.
(Pasar un día así en las vacaciones de verano tampoco es
mala idea.)
En secreto, Kise cada vez estaba más ilusionado con la idea.
-
El grupo finalmente alcanzó el lugar sagrado del que hablaba
Moriyama: el sitio enfrente de la estación.
Como se esperaba de la tierra prometida, había muchísima
gente yendo y viniendo del lugar, y entre ella, muchas eran chicas de la edad
de Kise y los demás.
“Bueno.... ¿y ahora cómo lo hacemos?”
Kasamatsu le preguntó a Moriyama, algo nervioso.
Moriyama entrecerró sus ya de por si estrechos ojos y dijo:
“Tú sólo mira y aprende.”
Viendo la confianza de Moriyama, todos soltaron un ‘wow~’ de
admiración.
Hayakawa miraba a Moriyama con los ojos brillantes:
“¡Mo(r)iyama-senpai, ¿¡cuánta expe(r)iencia tienes
conquistando chicas!?!”
“Sólo una vez.”
Moriyama jugueteaba con su flequillo mientras ponía una sonrisa
poco convencida.
“¿Una vez?”
Kise, Kasamatsu y Kobori se quedaron petrificados.
“Y esa vez... ¿lo conseguiste?”
“Aquel inesperado encuentro lamentablemente acabó...”
Al escuchar la pregunta de Kise, Moriyama miró al horizonte
mientras recordaba.
“Nunca olvidaré aquel momento en toda mi vida. Fue hace una
semana... Después del partido, fui a hablar con una chica de las gradas,
tercera fila, primer asiento.”
“¿Hace una semana? ¿No fue durante nuestro partido contra
Touou? ¡Serás desgraciado! ¿Qué estabas haciendo después del partido?”
Kasamatsu empezó a echarle la bronca agitadamente. Moriyama
continuó sin inmutarse:
“Nuestro encuentro duró sólo un instante. Aunque le dije
unas palabras, no llegamos a entablar conversación y así, se marchó de mi
lado.”
“Vamos, que todo lo que hiciste fue decirle algo y ella ni
siquiera te contestó.”
Analizó tranquilamente Kise. Moriyama, aún impasible,
continuó su historia:
“En aquel momento
pensé que no podía quedarme de brazos cruzados esperando a que se produjera
nuestro siguiente encuentro. Tenía que aprender a conquistar a las chicas por
mí mismo... Cierto, ¡conquistar una mujer es un brillante camino que todos
debemos recorrer! Desde entonces, noche tras noche... ¡he estado desarrollando
técnicas de conquista hasta haberlas dominado! ¡Esta es una oportunidad
perfecta para enfrentarse a la realidad!”
“¡Entonces ve tú solo!”
Kise, que estaba detrás del furioso Kasamatsu, seguía sin
poder articular palabra.
(Kobori-senpai, ¡eres demasiado inocente! ¡Moriyama-san nos
llamó a todos porque realmente quería conquistar alguna chica!)
Kobori era el cebo de Moriyama-senpai.
Después de la bronca de Kasamatsu, Moriyama echó un vistazo
de desaprobación y dijo: “Si tratáis de conquistar a una chica, entonces seréis
capaces de apreciar su belleza.” Y después, ordenó:
“En cualquier caso sea, Kobori, tú vas primero.”
-
Sin traicionar las expectativas de Kise, Kobori sufrió una
derrota aplastante.
Estaban animando a Kobori escondidos, sentados al otro lado
de una fuente. Cuando Kobori regresó, con la cara roja del pánico y la
vergüenza, todos le animaron cálidamente.
“Kobo(r)i-senpai, ¡me has inspi(r)ado¡ ¡Así es como se
conquista a una chica!”
Le dijo animadamente Hayakawa, que parecía estar
profundamente conmovido, a Kobori.
Escuchando los ánimos de Hayakawa, Kobori, que en un
principio pensaba que ir a ligar era muy problemático, no necesitó nada más. Se
sentó rápidamente en la valla de la fuente:
“Que alguien cave una fosa para poder enterrarme...”
Agarrándose la cabeza gacha, su voz aún temblaba ligeramente
de vergüenza.
“K-Kobori, ¿estás bien?”
Kobori movió la cabeza al oír a Kasamatsu.
“Kobori-senpai... Es cierto, ¿sentiste que podrías haber
triunfado?”
Las palabras de Kise dejaron momentáneamente paralizado a
Kobori.
Después de unos instantes de silencio, dijo en voz baja:
“No... Pero porque yo pensaba que todo esto era sólo para
animar a Kasamatsu y...”
“¿¡No estás siendo demasiado honesto!? ¿¡No has oído lo que
dijo Moriyama antes!? Y además, hoy en día ni siquiera en las telenovelas
escucharías eso de ‘¿Quiere tomar una taza de te, señorita?’ ¿¡De dónde te has
sacado eso!?”
“¡¡Es la única que me sé!!”
Kobori volvió a sujetarse la cabeza.
“Después de oírme decir eso, la chica empezó a reírse....
¿Por qué las chicas son tan crueles...?”
“Aquí el único cruel es Moriyama-senpai.”
“No, no, el cruel es el mundo que no puede entender la
pureza de este joven atleta.”
Moriyama respondió tranquilamente mientras le ponía la mano
en el hombro a Hayakawa.
“Hayakawa, es tu turno.”
“¡Comp(r)endido! ¡Ahí voy!”
Por alguna razón, Hayakawa saludó a lo militar, y dejó la
fuente.
-
“¡Imposib(l)e!”
“¡Qué velocidad!”
Después de un minuto, Hayakawa volvió con energía pese a
haber sufrido una derrota aplastante.
“¡Según hab(l)e con e(l)(l)a escapó con una exp(r)esión
(r)a(r)a!”
“¡No me extraña! Después de oír a alguien decir de repente
‘¿Quie(r)es veni(r) a ve(r) mi p(r)óximo pa(r)tido? ¡Po(r) favo(r) ven a
anima(r)me!’ ¡¡Cualquiera habría salido por patas!!”
Le soltó Kise. Kasamatsu continuó:
“Además, ¿por qué has ido justo a por la chica que acababa
de rechazar a Kobori?”
“¡Po(r)que yo siemp(r)e me enca(r)go de los (r)ebotes!”
“¡Eso no tiene nada que ver con esto!”
Al escuchar el rugido de Kasamatsu, Moriyama le dio unos
golpecitos en el hombro con una mirada de satisfacción.
“¿Conocéis ya las alegrías de ligar?”
“¿¡Estás ciego!?”
Moriyama movió su cabeza mientras Kasamatsu le contestaba y
dijo:
“Parece que aún no os habéis dado cuenta... Bien, esta vez
es mi turno.”
“¡Deberías haber ido tú el primero!”
“Hah, no digas esas cosas, Kasamatsu. Mira con atención.
Definitivamente lo voy a conseguir, y os dejaré comprender el verdadero
significado de las tres claves de las vacaciones de verano.”
Después de eso, Moriyama dejó la fuente bruscamente.
“¡Buena sue(r)te, Mo(r)iyama-senpai! ¡Obse(r)varé cuidadosamente y ap(r)ende(r)é!”
Hayakawa animó ruidosamente a Moriyama mientras se marchaba.
Kise, que estaba a su lado, le preguntó a Kasamatsu:
“Ya me había dado cuenta de esto antes pero, aunque no pueda
compararse conmigo, Moriyama-senpai también puede considerarse atractivo. ¿Cómo
es que no tiene novia?”
“No estarás fanfarroneando por casualidad, ¿no?”
Zas, Kasamatsu le dio un pisotón a Kise.
“¡¡Uffff!! Lo siento...”
Kise se disculpó mientras trataba de contener el dolor.
Entonces, Kasamatsu dijo:
“Hay un motivo por el que Moriyama no tiene novia. Es de ahí
de donde proviene su otro nombre.”
“¿Eh? ¿Qué otro nombre?”
“Lo entenderás todo después de mirar.”
Kasamatsu centró su visión en Moriyama, que en ese momento
estaba intentando ligar con una chica.
-
Después de unos minutos, Kise finalmente entendió lo que
había querido decir Kasamatsu.
Mientras volvía solo hacia la fuente, Moriyama inclinó su
cabeza pensativo.
“¡Qué raro...! Estaba claro que a media conversación la
atmósfera aún era muy buena. ¿Será cierto entonces que no hay manera en que un
chico y una chica puedan comunicarse?”
“¡Aquí el único incapaz de comunicarse eres tú,
Moriyama-senpai! ¿¡Qué estabas haciendo!?”
Moriyama respondió tranquilamente cuando Kise acabó de
gritar.
“Esa era mi técnica de ligoteo propia, formada a partir de
mis hábitos personales y sus contramedidas. Lo primero es alabar al objetivo
como si fuera una flor, así conseguirás que baje la guardia.”
“Mm, tus alabanzas pueden dejarle a uno sin aliento. Ser
capaz de halagar a alguien que acabas de conocer hasta ese extremo... Moriyama,
realmente eres una buena persona.”
Asintió Kobori mientras lanzaba un profundo suspiro.
“Kobori-senpai, ¿cómo puedes pensar que Moriyama-senpai es
una buena persona? ¡Te están engañando! ¡Definitivamente te están
engañando! ¿¡Cómo puedes no pensar en la
barbaridad que ha dicho al final Moriyama-senpai!?”
Al escuchar las quejas de Kise, Moriyama se encogió de
hombros, confundido.
“¿En qué momento dije una barbaridad? Sólo le dije ‘nuestro
encuentro debe estar predestinado’, ¿no?”
“¡No te paraste ahí! ‘Tal es el destino que no podemos
controlar. Siento que si dejase escapar tu mano ahora, nunca sería capaz de
encontrarte de nuevo. Este es en un encuentro predestinado. Nunca te dejaré
marchar’ ¿¡No le dijiste todo eso también!?”
“¿Y qué tiene de malo?”
“¿¡Y todavía lo preguntas!? ¡Que esto no es una clase de
marketing! ¡¡Lo que hiciste fue asustar a aquella chica!!”
“¿En serio? Qué extraño... Leí en internet que las chicas
son débiles respecto a los ‘encuentros predestinados’...”
“¿¡Y tanto te fías de lo que lees en internet!?”
Le espetó Kise antes de dar un gran suspiro.
Kasamatsu le dio una palmadita en el hombro y reconfortó a
Kise, diciendo:
“Al menos ahora puedes entenderlo. Moriyama es el tipo de
persona que recorrería un sendero oscuro hasta el final. Una vez que decide
creer en algo, lo seguirá hasta el fin. Por eso le dieron el nombre de ‘El guaperas
patético’.”
“Es realmente patético...”
Kise encogió sus hombros inconsolable.
Tras el ‘penoso chico guapo’, el grupo de ligue contaba sus
encuentros por derrotas. Su porcentaje de victorias era del cero por ciento.
“Deberíamos ganar al menos un asalto.”
Moriyama miró a Kise y a Kasamatsu, que estaban sentados en
la valla de la fuente.
“¡Y-Yo no voy! ¡¡S-Sólo he venido para vigilaros, no para
ligar con nadie!!”
Kasamatsu rápidamente movió su cabeza mientras meneaba sus
manos para mostrar su rechazo.
Kise, que estaba sentado a su lado, levantó la mano y dijo:
“Creo que... aunque no consigamos ligarnos a ninguna chica,
puedo organizar una fiesta con chicas. ¿Os parecería bien? Durante el partido
contra Touou, Moriyama-senpai también me dijo que...”
“No puedes hacer eso.”
Moriyama lo rechazó inmediatamente.
“Lo que dije aquella vez es que si ganábamos me presentarías
a alguna chica. Necesitas diferenciar claramente entre ganar y perder.”
“Diferenciar claramente...”
Al escucharle, Kise no tuvo nada que objetar.
Moriyama asintió para sí mismo y dijo:
“Así que ahora dependemos de ti. Tienes que traer la
victoria para el equipo. Te estaremos vigilando.”
-
Cargando con las expectativas de todo el equipo, Kise dejó
la fuente.
Había un montón de chicas delante suya. Todas ellas miraban
disimuladamente a Kise y trataban de cruzarse por delante suya.
Además de ser jugador de baloncesto, Kise también era
modelo. Por eso, siempre eran las chicas las que se acercaban a él primero;
esta era la primera vez en su vida que era él quien debía tomar la iniciativa.
(¿Cómo me entraron la última vez?)
Sus recuerdos no estaban nada claros. Sólo recordaba que
aunque llegasen de cualquier manera, él siempre encontraba un motivo para
rechazarlas.
(No... lo importante no es como ligar, sino con quien.)
Moriyama dijo que lo importante era buscar y localizar un
objetivo antes de atacar. Algo tan aparentemente usual no podría ser inútil.
El problema era a quien elegir.
Kise observaba a la gente que estaba en aquel lugar y se dio
cuenta de algo un poco raro.
(De alguna manera... esas chicas que tengo enfrente, ¿no son
las mismas desde hace un buen rato?)
Para confirmar sus sospechas, Kise tomó un punto de
referencia. En ese momento, un par de chicas andaban delante de Kise y una de
ellas llevaba una horquilla rosa, haciendo que fuera fácil recordarla.
Para no dejar que Kise se percatase, las chicas le iban
lanzando miraditas.
Después de sobrepasar a Kise y llegar a uno de los extremos
del lugar, siguieron por el borde y volvieron por donde habían venido.
“En serio...”
La chica de la horquilla rosa tenía una expresión de
indiferencia en la cara y de nuevo andaba por delante de un aturdido Kise.
Entonces, llegaron de nuevo al otro borde y regresaron una vez más.
Y además parecía que otras chicas estaban haciendo lo mismo.
Ese era la extraña sensación que tuvo antes.
Kise trató de sobreponerse a su confusión y pensó en un
plan. No hace falta decir que fue un plan absurdo.
(Imposible, pero en cualquier caso, no puedo hacer algo así,
¿verdad...?)
Aunque eso fue lo que pensó, Kise extendió su índice derecho
hacia delante.
Entonces dijo:
“La persona a la que apunte, esa será. ¿Quiere alguien
tomarse una taza de té conmigo?”
“Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.”
“Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.”
“Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.”
“Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.”
“Yo.” “Yo.”, “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.”
“Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.”
“Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.”
“Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.” “Yo.”
“Yo.” “Yo.”, “Yo.”
“¡¡Basta, basta, basta!! ¡¡Ya vale!! ¡Podéis compartirme!
Hey, ¡No me agarréis el dedo!”
Kise gemía, rodeado de chicas por todas partes.
-
Al final, como era imposible llevar a tanta gente a tomar
algo, Kise eligió a cinco de ellas y se fue con el resto del equipo a un
restaurante familiar cercano.
“Esto parece... una cita en grupo.”
Dijo Kobori en bajito mientras se sentaba.
“Sabía que lo conseguirías.”
Al ver la amplia sonrisa de Moriyama, Kise no puedo evitar
preguntar:
“U-Um... ¿No era tu intención seguir intentándolo hasta que
el resultado estuviera claro, Moriyama-senpai?”
“¿No crees que en ocasiones las oportunidades simplemente le
llegan a uno, Kise?”
Al final, viendo lo encantado que estaba Moriyama con la
situación, Kise no tuvo más remedio que sonreír.
Por cierto, todas las chicas habían dejado ya sus asientos.
Después de que todo el mundo pidiera las bebidas, las chicas
dijeron “Por favor, disculpadnos un momento...” y se fueron todas al baño.
Probablemente estaban retocándose el maquillaje o algo.
Mientras se bebían el té helado, Kise miró por casualidad
hacia Kasamatsu y acabó escupiendo todo lo que tenía en la boca, como un
aspersor.
“¿¡S-Senpai!?”
“¿Q.... Q-Q-Q-Qué pasa?”
Casi se podía escuchar un chirrido cuando Kasamatsu se giró
para mirar a Kise. Su cuerpo estaba completamente rígido en el asiento.
“¡Debería ser yo el que preguntase ‘¿Qué pasa?’! ¿¡Te encuentras
bien!?”
“S-Sí, nada de qué preocuparse...”
Kasamatsu era como un robot que se estaba quedando sin
aceite y levantó rígidamente su vaso de café con hielo. De todos modos, sus
manos estaban tan temblorosas que el café y los cubos de hielo empezaron a caer
del vaso.
“¡Hey, hey! ¿¡Pero qué...!? ¡Cálmate, senpai! ¡El vaso! ¡Deja
el vaso en la mesa! ¡Deja que lo limpie!”
Kise cogió una toallita húmeda para limpiar la mesa mientras
Hayakawa retiró el hielo, envolviéndolo de alguna manera con otra toallita.
“Senpai, ¿qué te pasa?”
El que contestó a Kise fue Kobori.
“Kasamatsu no ha hablado nunca con una chica.”
Kasamatsu hundió su cabeza. O quizá simplemente quería
inclinar su cabeza para asentir.
“¿Que nunca ha hablado con una chica? Pero... ¿no ha tenido
un montón de oportunidades de hablar con las chicas de nuestra clase?”
“Según todo lo que he averiguado de él, desde que entró a
secundaria hasta hoy, sólo ha pronunciado ‘Mm’ y ‘No’ cuando ha hablado con
chicas.”
“¿Pero puede considerarse eso como ‘hablar’ con ellas?”
“En cualquier caso, eso no es decir demasiado. Por eso,
cuando tiene que hablar con alguna de repente, se pone muy nervioso.”
“Senpai... Estoy a punto de (l)(l)o(r)a(r).”
Al oír las explicaciones de Kobori, el directo Hayakawa ya había
empezado a soltar alguna lágrima.
Probablemente eso fuera lo que hizo que Kasamatsu no pudiera
soportarlo más. Se repuso y le dio un golpe a Hayakawa en la cabeza.
“¡N-No estoy asustado ni nada de eso! Soy un hombre... Hoy,
definitivamente... ¡c-conseguiré hablar normalmente con ellas!”
Kasamatsu, que al menos ahora era capaz de hablar con
normalidad, estaba completamente rojo. En cualquier caso, pese a lo que había
dicho, era bastante evidente que sólo se trataba de un arranque de valentía.
Respiró profundamente y dijo un suave ‘¡Vamos!’.
Fue muy enérgico.
Precisamente por ser tan enérgico, los demás, que le estaban
mirando, empezaron a mostrarse intranquilos.
“Bueno Kasamatsu, entonces... ¿cuál te gusta?”
La persona más nerviosa número uno, Kasamatsu, escuchó la
pregunta de la persona más nerviosa número dos, Moriyama.
“Pues, la... la que está más a la derecha...”
Por alguna razón, Kasamatsu se avergonzó de nuevo, inclinó
su cabeza y lo pronunció tímidamente. Pero Moriyama consiguió entenderle.
“¿La de la derecha? ...¡Ah! La que está bien desarrollada.
Ya veo, así que a Kasamatsu le gustan las que tienen un buen par de pechos.”
“¿¡U-Un buen par...!? Oye, ¡no puedes decirlo así!”
“Pero no puedes evitar afrontar la verdad. Y lo más
importante, parece del tipo con el que se puede hablar tranquilamente.”
Si hubiera sido en una situación más normal, Kasamatsu le
habría replicado con un ‘Como si necesitara que tú me lo dijeras.’, pero estaba
dispuesto a dejarlo pasar por hoy. Después de pensar unos instantes, llamó a
Kise.
“Kise...”
“¿Qué pasa?”
Kasamatsu miró al otro lado de la mesa, donde se sentarían
las chicas cuando regresaran, y preguntó:
“C-Cuando hablas con una chica, c-... ¿C-Cuál es un buen
tema de conversación?”
“¿Qué...? Pues temas normales.”
“¿¡Y cuál es uno de esos temas normales!?”
“¿¡Ni siquiera sabes eso!? Mmm, déjame pensar, por
ejemplo... ¡Sí! ¡Igual que Moriyama-senpai, puedes halagarla diciéndole lo
guapa que está y ese tipo de cosas! ¡Además, en algunas ocasiones, puedes decir
algo interesante!”
“¿Elogiar...? ¿Algo interesante...?”
El cerebro de Kasamatsu empezó a procesar a toda velocidad.
“Perdonad, os hemos hecho esperar un buen rato.”
Las chicas justo volvían del baño en ese mismo momento.
(¡E-Estas chicas también vienen bien preparadas...!)
Kise abrió los ojos cuando vio regresar a las chicas.
Un lápiz de ojos muy delicado. Finas pestañas postizas. Pelo
largo y rizado. Un brillo de labios muy bien aplicado. Además, iban tratando de
lucir las tetas deliberadamente.
En comparación a antes de que se marchasen al baño, el nivel
había subido una barbaridad.
“Ah, ya habéis recogido las bebidas. Iremos a por las
nuestras.”
Las chicas hablaban mientras iban a por sus bebidas.
De todos modos, Kasamatsu no les estaba prestando atención.
Su mente estaba ocupada sólo con esas palabras.
(Halágala. Hazla reír. Halágala. Hazla reír. Halágala. Hazla
reír...)
Finalmente, las chicas volvieron a sus asientos con sus
bebidas y propusieron ‘¡Vamos a hacer un brindis!’.
“¿Quién se ocupa de gritar ‘kanpai’?” ((kanpai es lo que
dicen en japón al hacer un brindis, como por ejemplo aquí decimos “chin chin”))
La chica que estaba sentada enfrente de Kise le estaba
echando miradas muy seductoras. En cualquier caso, el que las estaba recibiendo
provenía de un lugar donde la jerarquía tenía una importancia muy grande. Kise
miraba directamente a Kasamatsu:
“Entonces dejemos que sea Kasamatsu-senpai...”
Después de decirlo, Kise tuvo de repente un mal
presentimiento, pero ya era demasiado tarde.
Kasamatsu levantó su vaso.
En esta ocasión, la mano que asía el vaso no temblaba nada
en absoluto.
Kise, que estaba preocupado de que entrara en estado de
pánico de nuevo, se tranquilizó mucho al ver eso.
(Como esperaba del senpai. ¡En los momentos críticos siempre
es de fiar!)
Kise miró a Kasamatsu con completa confianza.
Pero en realidad, el hecho era que Kasamatsu estaba tan
nervioso que era incapaz hasta de temblar.
En su mente seguían resonando las mismas palabras.
(Halágala. Hazla reír. Halágala. Hazla reír. Halágala. Hazla
reír...)
Se levantó, mirando a las chicas que tenía delante por
primera vez.
Las chicas, que tendrían una edad que rondaba la suya, le
sonrieron.
(Halágala. Hazla reír. Halágala. Hazla reír. Halágala. Hazla
reír...)
Kasamatsu sujetó el vaso con más fuerza.
(Halágala. Hazla reír. Halágala. Hazla reír. Halágala. Hazla
reír...)
Mientras estaba de pie, Kasamatsu podía ver por dentro del
escote de las chicas...
(¡Hazlas reír!)
Levantó el vaso y dijo gritando:
“B-Bueno, pues... ¡¡Oppai!!” ((termino japones que alude a
las tetas grandes))
La última sílaba sonó ligeramente quebrada.
En cualquier caso, nadie se atrevió a decirle nada.
Con esto empezó aquella inolvidable cita del verano y
también la posterior e inevitable despedida.
Y así, le dieron la bienvenida al final de otro día de su
verano.
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