domingo, 17 de marzo de 2013

High School DxD - Vol 1 - Vida 4

Bueno, pues para terminar la semana con una publicación, aquí os dejo otro capítulo de High School DxD. Esto nos deja a un sólo capítulo de terminar la primera novela, aunque esta es la que va a tener toda la chica restante, ya que el último capítulo sería más bien una especie de extra. He terminado de traducir también la segunda novela, así que supongo que la publicaré igualmente del tirón.

Y es que al no tener terminada la versión inglesa de Replace II de Kuroko no Basket, no quiero ponerla para que se quede a medias. Me gusta más ir poniendo las cosas seguidas, pero vamos, en principio mi intención es ir traduciendo según salga en inglés, dentro de la medida de lo posible claro está, y así tenerla preparada sin tardar demasiado tiempo. Por lo que respecta a Jo-chan, sigue vaga para cosas de traducir, aunque volverá... es una cuestión cíclica.






Vida.4 ¡Voy a salvar a mi amiga!

Parte 1

Zasca.

El sonido resonó por toda la habitación del club.

Dicho sonido provenía de mi mejilla.

Me abofetearon.

Rias-buchou me dio una bofetada.

Estaba muy seria.

“¿Cuántas veces tendré que repetírtelo? No es no. No puedo dejarte que vayas a salvar a aquella monja.”

Regresé al instituto después de ver como no pude salvar a Asia. Entonces le conté todo lo que pasó a Rias-buchou. Incluso después de todo eso, propuse ir a aquella iglesia.

Obviamente, para salvar a Asia.

Pero Rias-buchou dijo que no quería verse envuelta en todo este asunto. No podía aceptar su decisión, así que la insistí, aún sabiendo que estaba siendo muy desconsiderado. Por eso me dio aquella bofetada.

Era la primera vez que me dolía tanto.

Sobre todo me dolía el corazón.

Había traicionado todas las expectativas que Rias-buchou había depositado en mí. Pero aún así, había cosas sobre las que no podía rendirme.

“Entonces iré yo solo. Me preocupa eso del ritual. Los Ángeles Caídos están tramando algo manejando los hilos desde las sombras. Nada me asegura que Asia esté bien.”

“¿En serio eres tan estúpido? Si vas allí te matarán, sin duda. No podrás salir de allí con vida. ¿Entiendes eso?”

Rias-buchou intentó hablar de forma calmada, pero me hablaba como si me estuviera advirtiendo.

“¡Tus actos no sólo me afectarán a mí, sino también a los demás miembros! ¡Eres un Demonio del clan de los Gremory! ¡Tienes que considerar eso!”

“Entonces expulsadme del clan. Iré allí a título personal.”

“¡No puedo hacer eso! ¿Por qué no lo entiendes?”

Creo que era la primera vez que veía a Rias tan enfadada. Le estaba causando un montón de problemas, pero había cosas en las que no podía echarme atrás.

“Me hice amigo de Asia Argento. ¡Ella es mi amiga, y a una amiga no se le abandona!”

“...Eso es algo muy bonito. Incluso maravilloso, si se puede decir. Pero es algo diferente a lo que estamos hablando ahora. La relación entre los Demonios y los Ángeles Caídos no es tan simple como te piensas. Los dos bandos llevan controlándose el uno al otro desde hace miles de años. Si les muestras la más mínima señal de debilidad, vendrán y nos matarán. Ellos son nuestros enemigos.”

“¿No era derrotar a sus enemigos la forma de actuar del clan Gremory?”

“...........”

Nos miramos el uno al otro. No me eché atrás. La miraba directamente.

“Esa chica estaba originalmente del lado de Dios. Es una persona con la que no podemos coexistir. Aunque ahora esté con los Ángeles Caídos, sigue siendo enemiga de los Demonios.”

“¡Asia no es nuestra enemiga!”

Me negué en rotundo. ¡Una chica tan amable como ella no podía ser nuestra enemiga!

“Pero no tiene nada que ver con nosotros. Ise, tienes que olvidarte de ella.”

¡Aunque me lo dijera no era capaz de olvidarla!

Entonces Akeno-san se acercó y le susurró algo al oído a Rias-buchou.

¿A qué vino eso? ¿Había pasado algo?

Akeno-san tenía una expresión seria, pero parecía que no se debía a nuestra conversación. Rias-buchou, que estaba escuchando a Akeno-san, puso la misma cara.

Justo como pensaba, algo malo había pasado.

Rias-buchou me miró a mí y luego miró a los demás miembros.

“Tengo que ocuparme de algo urgente. Akeno y yo tenemos que irnos un rato.”

¡No!

“¡Buchou! ¡No hemos terminado de hab...!”

Rias-buchou me puso el dedo en los labios.

“Ise, hay un par de cosas que necesito decirte. La primera es que crees que el ‘Peón’ es una pieza débil, ¿verdad?”

Respondí a su pregunta asintiendo con la cabeza.

“Ese es un error muy común. El ‘Peón’ tiene una habilidad propia que no tienen las demás piezas. Esa habilidad se llama ‘Promoción’.”

¿’Promoción’? ¿Y eso qué es?

“Es igual que en el juego del ajedrez. El ‘Peón’ puede convertirse en otra pieza si llega a la base del enemigo. Puede convertirse en cualquiera de las piezas que acompañan al ‘Rey’. Ise, puedes convertirte en cualquier pieza cuando llegues a lo que el ‘Rey’ considere territorio enemigo.”

¡Oh tío! ¿¡Entonces puedo promocionar hasta llegar al nivel de un ‘Caballo’ como Kiba, una ‘Torre’ como Koneko-chan y hasta una ‘Reina’ como Akeno-san!?

“Como no hace mucho desde que te convertiste en Demonio aún hay restricciones, por lo que probablemente te sea imposible convertirte en la pieza definitiva, la ‘Reina’. Pero puedes convertirte en cualquiera de las otras clases. Si lo deseas de todo corazón y utilizas la ‘Promoción’, entonces tu habilidad cambiará.”

¡Eso es impresionante! ¡Sólo de escucharla ya tenía un montón de información! ¡Si añadía la habilidad de promoción a la de mi Artefacto Sagrado, entonces quizá pudiera derrotar a aquel Sacerdote!

“Y lo segundo. Es sobre tu Artefacto Sagrado. Cuando lo uses recuerda lo siguiente.”

Rias-buchou empezó a acariciarme la mejilla.

“Deseo. El poder del Artefacto Sagrado funciona con el deseo de su propietario. También es este el que determina su fuerza. Aunque seas un Demonio, tu voluntad de desear no se ha perdido. Cuanto mayor sea ese sentimiento, más fuerte será la respuesta del Artefacto Sagrado.”

Deseo.

El poder del deseo hace que se active el Artefacto Sagrado... Así que es mi voluntad de querer algo lo que hará que funcione.

“Hay otra cosa que nunca debes olvidar, Ise. Incluso un ‘Peón’ puede derribar a un ‘Rey’. Esto es básico en el ajedrez. Esta regla también funciona con las ‘Piezas Demoníacas’. Puedes hacerte más fuerte.”

Después de decirme eso, se teletransportó a algún lugar con Akeno-san utilizando el círculo mágico. Los únicos que quedamos allí éramos Kiba, Koneko-chan y yo. Después de respirar hondo, ya tenía la determinación suficiente para ir y estaba a punto de marcharme.

“Hyoudou-kun.”

Kiba me llamó.

“¿Vas a ir?”

“Sí, iré. Tengo que ir porque Asia es mi amiga. Yo soy el único que puede salvarla.”

“...Te matarán. Aunque tengas tu Artefacto Sagrado, incluso utilizando la ‘Promoción’,... No serás capaz de derrotar a un grupo de Exorcistas y de Ángeles Caídos tú solo.”

Era una respuesta lógica. Ya lo sabía. Lo sabía perfectamente.

“Aún así pienso ir. Aunque tenga que morir conseguiré liberar a Asia.”

“Diría que es una buena determinación, aunque un poco imprudente.”

“¿Entonces qué se supone que debería hacer?”

Le grité eso, pero él me dijo directamente:

“Iré contigo.”

“¿Qu...?”

Me quedé sin palabras después de escuchar algo tan inesperado. No pude evitarlo. Simplemente escuché algo que jamás habría pensado escuchar.

“No conozco de nada a Asia-san, pero tú eres mi compañero. Aunque Rias-buchou haya dicho todo eso, hay una parte de mí que respeta tu decisión. Además, personalmente no me gustan mucho ni la Iglesia ni los Ángeles Caídos. Los detesto.”

Este chico también tendría su pasado... Pero oír que alguien como él me llamase “compañero”...

“¿Recuerdas lo que ha dicho Rias-buchou? ‘Puedes convertirte en cualquier pieza cuando llegues a lo que el ‘Rey’ considere territorio enemigo’. En otras palabras, eso significa que ella ha reconocido que aquella iglesia es territorio enemigo, ¿no?”

“Eh.”

Al fin me di cuenta. Oh, así que eso era lo que quería decir. Por eso me informó de la habilidad de ‘Promoción’.

“Rias-buchou dijo que reconocía que te quedaba un largo camino. Por supuesto, eso significa que yo también tengo que apoyarte. Rias-buchou debe tener algún tipo de plan. De lo contrario te habría detenido encerrándote en algún lado.”

Kiba se reía ligeramente. Buchou, ¡muchas gracias...! Había vuelto a ser testigo de la amabilidad de Rias-buchou una vez más, y se lo agradecía desde lo más profundo de mi corazón. ¡Si conseguía volver sano y salvo, trabajaría mucho más duro! Estaba dándole las gracias en silencio a Rias-buchou cuando una chica bastante menuda se aproximó a mí.

“...Yo también voy.”

“¿Eh? ¿Koneko-chan?”

“...No estaré tranquila si vais sólo vosotros dos.”

¡¡Koneko-chaaaaan!! No era muy expresiva, pero sentía que en el fondo ella también era muy amable,

“¡Es tan conmovedor! ¡Ahora mismo, estoy tan conmovido por lo que has dicho, Koneko-chan...!”

“Eh... que yo he dicho que también iba...”

Kiba estaba sonriendo, aunque su cara reflejaba cierta tristeza. Lo sé, Kiba. Gracias.

Pensé que ver a semejante Don Juan con esa cara era algo simpático. ¡Sí! ¡Así seremos capaces! ¡Sí!

“¡Entonces vayamos a la misión de rescate los tres juntos! ¡Espéranos, Asia!”

Así, los tres nos dirigimos hacia la iglesia.


Parte 2

El cielo estaba oscuro y ya era hora de que encendieran las farolas de la calle.

Los tres, Kiba, Koneko-chan y yo, estábamos examinando la iglesia desde un lugar en el que no podían vernos. No vimos entrar a nadie en la iglesia.

Pero cuanto más nos acercábamos., más crecía el mal presentimiento que teníamos.

Empecé a notar como un sudor frío me cubría todo el cuerpo.

Cuando le pregunté a Kiba me dijo: “Es por su presencia. Está claro que allí dentro hay un Ángel Caído.”

Así que el jefe de los enemigos estaba allí dentro.

“Aquí, mira este mapa”

Kiba desplegó el mapa del edificio en medio del camino. Era un mapa de la iglesia. ¿Dónde habría...?

“Bueno, es algo básico cuando vas a infiltrarte en el territorio enemigo.”

El chico guapo me sonrió. Wow, vaya rapidez de planificación. Yo ni siquiera había pensado en ello, mi idea era tirarme de cabeza. Me di cuenta de lo ingenuo que era.

“Además del santuario también hay una especie de dormitorios. El santuario parece la parte más sospechosa.”

Kiba señaló el santuario.

“Así que podemos ignorar los dormitorios.”

“Más o menos. La mayoría de los grupos de Exorcistas Renegados acaban por hacer alguna alteración en los edificios. Normalmente realizan sus extraños ritos debajo del santuario.”

“¿Por qué?”

Le comenté mi duda. Kiba sonrió amargamente.

“Es un lugar que solían respetar como un sitio sagrado, y haciendo algo contrario a Dios allí consiguen quedarse satisfechos, porque es un insulto a Dios. Amaban a Dios y fueron expulsados... por eso llevan a cabo sus rituales malvados en un santuario, como forma de representar su odio.”

Estaban locos. No, incluso Dios tiene la culpa por desprenderse de aquellos que creen en él. Ahora mismo estaba enfadado con Dios por el incidente con Asia. Por eso pensaba de aquella manera.

“El santuario está directamente detrás de las puertas. Creo que podemos entrar directamente. El problema será encontrar el acceso al sótano una vez que nos colemos. Y eso contando con que podamos derrotar a los asesinos que nos estarán esperando.”

Asesinos... Cuando escuché esa palabra empecé a tener un mal presentimiento. Estábamos enfrente de la iglesia, bajo la luz de la luna.

¡Estábamos decididos! ¡Ahora sólo teníamos que entrar! ¡Espérame, Asia!

Atravesamos la entrada y corrimos directos hacia el santuario. En ese momento, los Ángeles Caídos ya sabrían que habíamos entrado.

En otras palabras, el enemigo ya se habría dado cuenta de que habíamos entrado en su territorio.

No había vuelta atrás.

¡Lo único que nos quedaba era seguir avanzando!

Abrimos la puerta y nos adentramos en el santuario. Había un altar y unos bancos. Parecía un santuario normal. La luz de las velas y las lámparas que había allí daban una tenue iluminación al lugar.

Oh, pero había algo que no era muy normal... La representación de la persona en la cruz había sido destruida. Vaya sitio más siniestro.

CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP

Un aplauso resonó en todo el santuario.

Alguien que parecía un cura se mostró, saliendo de detrás de una columna.

Cuando le vi la cara, sentí asco.

“¡Volvemos a vernos! ¡Otra vez reunidos! ¡Qué emotivo!”

¡Era aquel jodido Cura de pelo blanco! Creo recordar que se llamaba Freed. Así que era uno de los asesinos que nos habían preparado. Seguía con una sonrisa extraña, como siempre.

“¡Bueno, nunca me había cruzado al mismo Demonio dos veces! Verás, es que soy super fuerte. ¡La primera vez que veo a alguno, lo corto en pedacitos! ¡Una vez que lo pillo, lo descuartizo en el mismo sitio! ¡Luego me tiro un par de besos a mí mismo y me despido! Así es como solía vivir... ¡hasta que vosotros me rompisteis la racha! ¡Estoy perdido! ¡Eso no mola! ¡No está nada bien interferir con mi estilo de vida! ¡Por eso! ¡Me cabreáis! ¡Espero que muráis todos! ¡En serio, morid! ¡¡Malditos Demonioooooosssss!!”

Ahora estaba furioso. Sacó la espada y la misma pistola que la última vez.

ZIUUUUM

La espada de luz apareció. Sería un problema ser cortado por esa espada. Y la pistola también era bastante molesta. Pero esta vez era distinto, ahora éramos tres contra uno.

“Habéis venido a rescatar a Asia-tan, ¿verdad? ¡Jajajaja! ¡Los Demonios tenéis un corazón tan grande que habéis venido a rescatar a una puta que curaría incluso a los Demonios! Bueno, sólo por haber entrado en contacto con un Demonio ya debería bastar para que la maten.”

¿Que la maten? ¿¡Qué quería decir con eso!?

“Oye, ¿dónde está Asia?”

“Bueno, hay unas escaleras ocultas bajo el altar. Desde ahí llegaréis al sótano en el que están realizando el ritual.”

El tío nos largó toda la información sobre el sótano oculto mientras señalaba el altar. ¿Sabía siquiera que se supone que debería detenernos? ¿O lo soltó todo porque confiaba en que podría matarnos a los tres?

“¡Artefacto Sagrado!”

De forma sincronizada con mi grito, un guantelete rojo apareció en mi brazo izquierdo. ¡Equipado, completo! ¡Bien! Kiba desenvainó su espada y Koneko-chan...

¡Eh! Estaba tan sorprendido que casi se me salen los ojos de las órbitas.

Koneko-chan estaba levantando varios bancos que eran varias veces más grandes que ella.

“...Aplastar...”

¡Koneko-chan le lanzó los bancos al cura! ¡Era una superheroína! ¡Nunca habría esperado esa forma de atacar!

“¡Wow! ¡Sí!”

El cura se marcó un bailecito y cortó los bancos en dos con su espada de luz. Los bancos cayeron al suelo.

“Y ahora...”

SWIFT

Creí que Kiba iba a adelantarse, pero ya había desaparecido. ¡Era tan rápido que no pude verle!

KLING

Saltaron chispas entre la espada de Kiba y la espada de luz del cura. ¿Era sólida la espada de luz? Aunque Kiba le estaba lanzando estocadas directamente, yo sólo podía el sonido de dos metales chocando entre sí.

“¡Hmmmmm! ¡Hmmmmmm! ¡Menudo engorro! ¿Por qué tenéis que hacer tanto escándalo, chicos? ¡Siento hablar en una lengua muerta! ¡Perdonadme después de morir!”

Kiba esquivó las balas silenciosas con sus portentosas piernas, pero no dejó de atacar. Kiba era impresionante, estaba esquivando todos los ataques del Sacerdote. Pero este también era bueno, porque podía luchar mano a mano con un Demonio.

Tío, ¡ha vuelto a parar los ataques de Kiba! No podía seguir los movimientos de Kiba con mis ojos, pero el Cura sí que podía. Así que ese jodido Cura no era un oponente del que pudiera ocuparme yo solo. Kiba y el cura empezaron a luchar cara a cara. Los dos se miraban fijamente.

“Impresionante. Eres fuerte.”

“¡Jajajajaja! ¡Tú también! Un ‘Caballo’, ¿eh? ¡Ni un sólo punto ciego! ¡Ahora sí que es genial! Sí, sí. Eso es. ¡No había tenido un combate como este en mucho tiempo! ¡me están dando hasta ganas de llorar! ¡Hmmmmm! ¡Hmmmmm! ¡Voy a matarte!”

“Entonces voy a tener que luchar un poco más en serio.”

¿Luchar más en serio? ¿Entonces esto qué era?

“Cómete esta.”

Dijo en un tono de voz bajo.

No podía creerme que fuera la voz de Kiba porque tenía cierta intensidad en ella. Entonces, una cosa negra empezó a salir de la espada de Kiba hasta que la recubrió por completo.

Oscuridad.

Si tuviera que describirlo de alguna manera, esa sería la única posible.

La oscuridad cubrió la espada.

No, era más bien como si la propia oscuridad estuviera dando forma a la espada de Kiba. La espada de oscuridad, que estaba chocando contra la espada de luz del Sacerdote, estaba empezando a expandirse y engullir la espada de luz.

“¿¡Q-Q-Qué cojones es esto!?”

El cura parecía estar confundido.

“Es la ‘Holy Eraser’(19), una espada de oscuridad que engulle a la luz.”

“¿¡Tú también tienes un Artefacto Sagrado!?”

¡Un Artefacto Sagrado! ¿¡Kiba también!? Quiero decir, ¡esa espada de oscuridad era impresionante! ¡Joder! ¿¡Así que encima de ser un guaperas también tenía un arma que molaba!? La espada de luz del cura estaba recibiendo tantos ataques de la espada de Kiba que su luz casi había desaparecido y ya apenas podía mantener su forma. ¡Ahora! ¡Era el momento! ¡Me fui derecho hacia él!

“¡Actívate, Artefacto Sagrado!”

[¡¡BOOST!!]

Un sonido salió de la joya y sentí como su poder inundaba mi cuerpo. Mi objetivo era aquel cura de mierda. El cura se percató de que estaba avanzando hacia él.

“¡Por eso os decía que erais una molestia!”

Apuntó su pistola cargada con balas de luz hacia mí. Las balas se dispararon sin hacer ni el más mínimo ruido. ¡Aquí vienen!

“¡Promoción, ‘Torre’!”

Las balas de luz se disiparon antes de que pudieran llegar a tocarme.

“¿¡Promoción!? ¿¡Un ‘Peón’!?”

El cura parecía bastante sorprendido.

Sí, soy un ‘Peón’...

¡El ‘Peón’ que va a machacarte!

“¡Las habilidades especiales de la ‘Torre’! ¡Una defensa impenetrable...”

Mi puño izquierdo golpeó la cara del Sacerdote. Noté que algo duro impactaba contra mi puño, pero me limité a golpear con todas mis fuerzas sin darle importancia. ¡El Cura fue lanzado bastante lejos!

“...y una abrumadora fuerza ofensiva!”

Me reí mientras respiraba hondo.

“Eso es por golpear a Asia aquella vez. Me siento mejor ahora que he conseguido golpearte una vez.”

El cura se levantó despacio y escupió sangre. Su mejilla derecha estaba magullada.

¿Sólo eso? Utilicé la promoción a ‘Torre’, pero parecía que aún estaba lejos de tener la fuerza de Koneko-chan.

No, si miraba con atención su espada, de la que solo quedaba la empuñadura, estaba abollada. ¿La utilizó como escudo justo antes de que le alcanzase? Así que eso era lo que había notado al golpear. Reaccionó rápidamente.

“...Hmmmmmmm... ¿Eh...? No sólo me ha dado un puñetazo un asqueroso Demonio, sino que encima me ha dicho algo que no pillo... tú a mí... ¡No me jodas!”

El Cura soltó un aullido.

“¡¡No me jodas!! ¡¡Pedazo de mierda!! ¡¡No te atrevas a joderme, maldito Demonio!! ¡¡Te mataré!! ¡Definitivamente! ¡¡Definitivamente te mataré!! ¡¡Te voy a cortar en rodajitas, cabrón!!”

El Cura sacó la segunda espada que llevaba. ¿¡Aún le quedaban más!? ¿¡Pero cuantas tenía!? En cualquier caso, Kiba, Koneko-chan y yo le estábamos rodeando. El Cura se dio cuenta y empezó a mirar alrededor. Empezó a reírse con aires de superioridad.

“Wow, wow. ¿Así que esto es a lo que llaman una crisis? Bueno, para mí ser matado por un Demonio es... no, no, no... así que mejor me voy a ir retirando. Es una vergüenza que no haya podido exorcizaros chicos, ¡pero no quiero morir!”

El Cura sacó algo redondo y lo estrelló contra el suelo. Instantáneamente, nos quedamos cegados por una luz muy brillante. ¡Mierda! ¿¡Una cortina de humo!? Cuando pude volver a abrir un poco los ojos, miré a mi alrededor pero el Sacerdote ya se había escapado. Entonces, escuché su voz proveniente de algún sitio.

“Oye. El Demonio de tercera... Creo que te llamabas Ise-kun, ¿no? A decir verdad creo que me he enamorado de ti, así que definitivamente acabaré por matarte. Definitivamente, ¿me entiendes? No perdonaré jamás a un maldito Demonio que se atrevió a darme un puñetazo y a echarme un sermón, ¿vale? Pues nada, adiós.”

Cuando terminó de hablar, mi visión ya se había repuesto por completo y eché un vistazo, pero no había ni rastro del cura. Había conseguido escapar... Incluso le dio tiempo a volver a abrir su maldita bocaza... Estaba pensando en ello cuando me di cuenta de que no había tiempo que perder con él. Miré a Kiba y a Koneko-chan y los tres asentimos con la cabeza y nos dirigimos hacia las escaleras ocultas en el altar.

(19).- En español, ‘Eliminadora sagrada’ aunque no encuentro una traducción que me convenza mucho la verdad, porque supongo que la idea es que rechace lo sagrado, no que la espada sea sagrada en sí como parece con ese nombre, pero bueno… quizá “Eliminadora de lo Sagrado” sería más correcto sin llegar a convencerme demasiado..


Parte 3

Los tres bajamos por las escaleras que estaban debajo del altar. Allí abajo también estaba todo con la misma iluminación. Con Kiba al frente, seguimos bajando. Después de las escaleras sólo había un pasillo que se adentraba hacia lo más profundo.

“Posiblemente al final del pasillo... Porque este olor es el de esa persona...”

Eso es lo que dijo Koneko-chan mientras señalaba el final del pasillo. Así que allí era donde tenían a Asia. De repente empecé a sentirme motivado. Espérame, Asia. ¡Pronto estaré allí! Cuando seguimos avanzando nos encontramos con una gran puerta.

“¿Es aquí?”

“Supongo. Estoy seguro de que habrá grupos de Exorcistas y de Ángeles Caídos allí dentro. ¿Estáis preparados?”

Koneko-chan y yo asentimos ante la pregunta de Kiba.

“Bien. Entonces abramos la puerta...”

Cuando Kiba y yo estábamos a punto de ponernos a abrir la puerta, esta se abrió sola mientras hacia un ruido enorme, dejando ver el lugar donde se celebraba el ritual.

“Bienvenidos, Demonios.”

El Ángel Caído, Raynare, habló desde el fondo de la sala. Aquella habitación estaba llena de Curas. Todos tenían espadas de luz en sus manos. Miré a la chica que estaba atada a una cruz y grité:

“¡¡Asiaaaaaa!!”

Asia escuchó mi voz y me miró.

“¿...Ise-san?”

“¡Sí! ¡He venido a salvarte!”

La sonreí y vi como se le caía una lágrima.

“Es una reunión enternecedora, pero es un poco tarde. El ritual ya está a punto de concluir.”

¿El ritual ya estaba terminando? ¿Qué quería decir con eso...? De repente, el cuerpo de Asia empezó a brillar.

“¡¡Aaaaaahh, nooooooo!!”

Asia gritó como si estuviera sufriendo un dolor muy grande.

“¡Asia!”

Traté de alcanzarla, pero los Curas me rodearon.

“¡No dejaremos que interfieras!”

“¡Te destruiré, Demonio!”

“¡Quitaos del medio, montón de mierda! ¡No tengo tiempo para perderlo con ninguno de vosotros!”

¡PLAF! Fue un sonido considerable. Cuando miré, Koneko-chan había golpeado a uno de los curas, mandándole por los aires.

“...Por favor, no me toques.”

Kiba también había sacado su espada de oscuridad.

“Parece que voy a tener que ir a tope desde el principio. Odio a los Curas. Y siendo tantos, no me voy a contener hasta que haya devorado toda vuestra luz.”

Los ojos de Kiba cambiaron de expresión y pude sentir que se volvía algo despiadado. La oscuridad de su espada estaba mostrando un aura que ansiaba matar. Este iba a ser un combate totalmente descompensado.

“Noooooo...”

Al mismo tiempo, una gran luz empezó a brotar del cuerpo de Asia. Raynare la cogió en su mano.

“¡Este es! ¡El poder que he anhelado tanto tiempo! ¡El Artefacto Sagrado! ¡Con esto por fin me querrán todos!”

Con una expresión cercana al éxtasis, Raynare abrazó la luz. Entonces, una luz brillante envolvió toda la sala del ritual. Cuando la luz se detuvo, el Ángel Caído estaba desprendiendo una luz verdosa de su cuerpo.

“Fufufu. ¡Jajajajajaja! ¡Al fin lo tengo! ¡El poder supremo! ¡Con esto...! ¡Con esto podré convertirme en una de las comandantes de los Ángeles Caídos! ¡Con esto podré vengarme de todos aquellos que se rieron de mí!”

El Ángel Caído empezó a reírse cada vez más alto. No le presté atención a lo que dijo y me dirigí directamente hacia Asia. Los curas intentaron detenerme, pero Kiba y Koneko-chan me apoyaron derrotándolos. La espada de Kiba se comía la luz y Koneko-chan les golpeaba con todas sus fuerzas. La combinación entre ambos era considerable, y era obvio que esa coordinación no se obtenía con sólo unos días de entrenamiento.

“¡Gracias, a los dos!”

Asia, que estaba atada a la cruz, no se movía. No, ¡aún estaba viva! Desaté las cuerdas que la sujetaban de las manos y las piernas y la cogí en brazos.

“...I...Ise-san...”

“Asia, he venido a rescatarte.”

“...Sí.”

Cuando me contestó su voz era muy débil y no sonaba muy esperanzadora. ¡Hey! ¡¡Hey!! Aún debería estar bien, ¿no? No irá a...

“Es inútil.”

Raynare volvió a reírse como si estuviera leyéndome la mente.

“Cuando le extraen el Artefacto Sagrado de su cuerpo a un poseedor, este muere. Esta chica va a morir.”

“¡Entonces devuélveselo!”

Le grité, pero ella sólo siguió riéndose.

“Es imposible que se lo devuelva. Incluso he mentido a mis superiores para poder ponerle la mano encima a esto. Os mataré a todos y así borraré todas las pruebas.”

“...Mierda. Ya no te pareces en nada a la Yuuma-chan que recuerdo.”

Al oír eso, empezó a reírse incluso más que antes.

“Fufufu, fue muy divertido. El día que tuvimos aquella cita.”

“...Fuiste mi primera novia, ¿lo sabías?”

“Sí, pensando en ello fue bonito. Es divertido tontear con los chicos que no tienen experiencia con las chicas.”

“... Iba en serio cuando dije que quería cuidar de ti, ¿lo sabías?”

“Fufufu. Sí, me cuidaste muy bien. Cuando estaba en problemas te las apañabas para protegerme y que no resultase herida. ¿Pero sabías tú que todo aquello lo hacía a propósito? Era divertidísimo ver la cara que ponías en esos momentos.”

“...Me aseguré de planificar nuestra primera cita al detalle. Quería estar seguro de que fuera una gran cita.”

“¡Jajajaja! ¡Sí, tienes toda la razón! ¡Fue una gran cita! ¡Gracias a ella me aburrí como nunca!”

“...Yuuma-chan...”

“Lo mejor fue al final, cuando decidí matarte al atardecer. Precioso, ¿verdad? ¿A ti qué te pareció, Ise-kun?”

Mi enfado ya había pasado sus límites. Le grité con toda la rabia acumulada:

“¡¡Raynareeeeee!!”

“¡Jajajajaja! ¡No quiero que un mocoso como tú pronuncie mi nombre!”

Raynare se estaba burlando de mí. Tenía tanto odio en mi interior que iba a hacer que se me pudrieran las entrañas. Nunca me había encontrado con escoria semejante en toda mi vida. Ella era lo que cualquiera llamaría un verdadero “Demonio”.

“¡Hyoudou-kun! ¡Nuestra formación nos dejará en desventaja mientras tengamos que cubrir a esa chica! ¡Sube de una vez! ¡Nosotros te abriremos el camino! ¡Ahora, deprisa!”

Dijo Kiba mientras seguía derrotando a más Curas. Tenía razón. Aún quedaban un buen número de Curas en pie, así que enfrentarse al Angel Caído mientras teníamos que proteger a Asia iba a ser difícil. Miré fijamente a Raynare y después cogí a Asia y abandoné el lugar.

“¡Koneko-chan! ¡Vamos a abrirle una ruta de escape a Hyoudou-kun!”

“...Afirmativo.”

Los dos empezaron a derrotar a los curas que trataban de interponerse en mi camino. Gracias a su ayuda, fui capaz de llegar hasta la entrada de la sala del ritual.

“¡Kiba! ¡Koneko-chan!”

“¡Adelántate tú! ¡Nosotros nos las apañaremos aquí!”

“...Por favor, vete. Rápido.”

“¡Pero...!”

“¡Que te vayas!”

¡Joder! ¡Kiba! ¡Koneko-chan! ¡Os estáis exponiendo demasiado! Pero ahora sabía que tenía que confiar en ellos. ¡Mis senpais como Demonio no podían morir en un lugar como este!

“¡Kiba! ¡Koneko-chan! ¡Cuando vuelva, llamadme ‘Ise’! ¡En serio! ¡Somos compañeros!”

Eso es lo que les dije. Me pareció ver que los dos sonrieron. Entonces, abandoné la sala y avancé por el pasillo rápidamente.


Parte 4

Subí las escaleras mientras llevaba a Asia y regresé al santuario. Algo malo le estaba pasando a Asia. Tenía la cara azul. La dejé sobre uno de los bancos de la iglesia.

“¡Espera un poco más! ¡Pronto estarás a salvo, Asia! ¡Así podremos volver a quedar juntos y jugar a algo!”

Asia sonrió al escuchar mis palabras. Entonces, me cogió la mano. No podía sentir ninguna fuerza ni calidez en su mano.

“...Estoy... tan feliz.... de haber tenido... un amigo... aunque fuera... por poco tiempo...”

Asia estaba sonriendo aunque parecía estar sufriendo mucho.

“...Si volviera a nacer... volverías a ser mi amigo otra vez...”

“¿¡Qué estás diciendo!? ¡No digas esas cosas! ¡Iremos a algún lado a divertirnos! ¡Te llevaré aunque no quieras! ¡Iremos al karaoke! ¡A los recreativos! ¡También tenemos que ir a la bolera! ¡Y a muchos otros sitios! ¡Sí, allí también! ¡Y a ese otro...!”

No podía detener las lágrimas que empezaban a aflorar en mis ojos. Pensaba haberla rescatado con una sonrisa, pero no podía dejar de llorar. Lo sabía. Ya lo había entendido. Esta chica estaba a punto de morir. Iba a morir. Y aún así, yo no quería asumirlo. Tenía que ser una broma...

“¡Somos amigos! ¡Siempre! ¡Ah, sí! ¡Te presentaré a Motohama y a Matsuda! ¡Son un poco pervertidos, pero son buena gente! ¡Seguro que también querrán ser tus amigos! ¡Seguro que sí! ¡Nos lo pasaremos bien juntos! ¡Nos reiremos hasta que no podamos más!”

“...Si hubiera nacido en este país... y hubiera podido ir al mismo instituto que tú...”

“¡Hazlo! ¡Ven a nuestro instituto!”

Asia me estaba acariciando la mejilla.

“...Hasta estás llorando... por alguien como yo... Ahora... ya... puedo...”

La mano con la que me estaba acariciando la mejilla cayó suavemente.

“...Gracias...”

Esas fueron sus últimas palabras.

Murió con una sonrisa. Perdí mis fuerzas. Sólo pude quedarme allí mirando su cara. No podía dejar de llorar. ¿Por qué? ¿Por qué tenía que morir? Era una buena persona. Era una chica que curaba a todo aquel que estuviera herido. ¿Cómo podía ser que nadie fuera su amigo? ¿Cómo es que nunca estuve a su lado?

“¡¡Dios!! ¿¡Estás ahí, Dios!? Si existen los Ángeles y los Demonios tú también tienes que existir, ¿¡verdad, Dios!? Estabas mirando, ¿¡verdad!? Lo has visto todo, ¿¡verdad!?”

Le estaba gritando al techo de la iglesia. No sabía quien iba a responderme, pero aún así tenía que gritarle al Cielo.

“¡¡No te lleves a esta chica!! ¡¡Por favor!! ¡¡Te lo ruego!! ¡¡Ella no ha hecho nada!! ¡Sólo quería un amigo! ¡¡Yo seré su amigo para siempre!! ¡¡Así que por favor...!! ¡Quiero que esta chica pueda sonreír para siempre! ¡Hey, por favor! ¡¡Dios!!”

Aunque no dejé de gritar hacia el Cielo, nadie me respondió.

“¿Todo esto ha pasado porque me convertí en un Demonio? ¿¡La has abandonado porque me hice amigo de ella!?”

Apreté los dientes, lamentándome. No tenía fuerza. No tenía ningún poder. Si fuera un Demonio más poderoso... Si al menos tuviera el poder suficiente para salvar a Asia... Aunque siguiera lamentándome ahora, ella nunca volvería a sonreír.

“¿Eh? ¿Un Demonio arrepintiéndose en un lugar como este? ¿O es que estabas pidiéndole algo?”

La voz que escuché detrás de mí era la de Raynare. Cuando me giré, vi al Ángel Caído sonriéndome.

“Mira esto. Esta es la herida que me ha hecho tu amigo el ‘Caballo’ mientras me dirigía hacia aquí.”

Raynare se apoyó la mano sobre la herida. Entonces surgió una luz verde  y su herida empezó a curarse.

“Mira. Maravilloso, ¿verdad? Puedo curar cualquier tipo de herida. Para nosotros, los Ángeles Caídos, que perdimos la protección de Dios, el Artefacto Sagrado de esta chica era un don especial.”

Hey. Esa luz era de Asia. ¿Por qué la estás utilizando tú? Empecé a preguntarme... ¿están bien Kiba y Koneko-chan?

“Un Ángel Caído capaz de curar a otros Ángeles Caídos. Mi estatus subirá. ¡Hasta podría serles de ayuda a los dos grandes! ¡Azael-sama y Shemhaza-sama! ¡No hay nada más maravilloso que esto! Aaah... Azael-sama... mi poder es todo tuyo...”

“Me importa una mierda”

Miré a Raynare lleno de rabia.

“Me importa una mierda todo eso. Ángeles Caídos, Dios, Demonios... Todo eso no tiene nada que ver con esta chica.”

“No, claro que tiene que ver. Ella fue elegida para poseer un Artefacto Sagrado.”

“...Aún así, debería haber podido vivir en paz. ¡Debería haber podido vivir normalmente!”

“No podía. Aquellos con un Artefacto Sagrado poco común quedan fuera del mundo y de la sociedad debido a sus poderosas habilidades. Todo por tener un poder diferente al de los demás. Los humanos odiáis esas cosas, ¿cierto? Aunque se tratara de un poder tan maravilloso como este.”

“¡...Entonces yo debería haberla protegido, como su amigo!”

“¡Ajajajaja! ¡Eso es imposible! ¡Ha muerto! La chica ha muerto, ¿sabes? El problema no es protegerla o no. ¡No pudiste hacerlo! ¡Eres un chico raro! ¡Qué interesante!”

“...Lo sé... Por eso es por lo que nunca voy a perdonarte... ni a mí tampoco.”

No podía olvidarme de todo. De mí, que fui incapaz de proteger a Asia, ni de Raynare, que la mató. Entonces las palabras de Rias-buchou me vinieron a la mente.

“Deseo. El poder del Artefacto Sagrado funciona con el deseo de su propietario. También es este el que determina su fuerza.”

“Devuélvemela.”

“Aunque seas un Demonio, tu voluntad de desear no se ha perdido. Cuanto mayor sea ese sentimiento, más fuerte será la respuesta del Artefacto Sagrado.”

“¡¡¡Devuélveme a Asia!!!”

[¡¡¡DRAGON BOOSTER!!!]

El Artefacto Sagrado que tenía en mi mano izquierda respondió a mi llamada. La joya que estaba engarzada brilló ligeramente y vi como una marca extraña aparecía en el guantelete. Entonces sentí como el poder fluía por mi ser, desde mi brazo izquierdo hasta todo el cuerpo. Salté hacia el Ángel Caído que se estaba burlando con la intención de golpearle. Raynare lo esquivó fácilmente, como si estuviera bailando.

“Lo explicaré de modo que hasta un idiota como tú lo pueda entender. Esto simplemente es la diferencia de poder. Mi poder es de mil y el tuyo es de uno. No puedes reducir la diferencia que hay entre nosotros. Aún contando con la habilidad de tu Artefacto Sagrado, el doble de tu poder es sólo dos. No puedes hacer nada. ¿¡Cómo piensas derrotarme!? ¡¡Jajajajajajaja!!”

[¡¡BOOST!!]

Otro sonido vino de la joya. La marca en la joya del guantelete pasó de [I] a [II],

Pumpum...

Hubo un segundo cambio en mi cuerpo. El poder... algo estaba creciendo para derrotar al enemigo que tenía delante de mí.

“¡Aaaahhhhh!”

Volví a la carga con este nuevo poder. Además, aún mantenía la clase ‘Torre’ que obtuve gracias a la ‘Promoción’.

“¡Wow! ¿Ahora eres un poco más fuerte? ¡Sigue sin ser suficiente!”

Mi golpe volvió a fallar. Al momento vi como la luz se arremolinó en la mano de Raynare, dando forma a algo.

“¡Esta vez he puesto bastante poder en ella! ¡Cómetela!”

SPISH

La lanza de luz me impactó en las dos piernas. Tenía dos cortes profundos en ambos muslos. Aún con la defensa de la ‘Torre’, no pude detenerla.

“¡¡Gwaaaaaah!!”

Grité. Notaba un dolor intenso recorriéndome todo el cuerpo, pero no podía caer por algo como esto. Sujeté la lanza inmediatamente.

[PSHHHH]

“¡Gwaaaaaah!”

El sonido de la carne quemándose. ¡Quemaba! ¡Quemaba como el infierno! ¿¡Es por estar hecha de luz!? La mano con la que estaba sujetando la lanza empezó a quemarse. Me estaba saliendo humo de la palma de la mano y de las heridas de los muslos. Notaba como me estaban ardiendo las heridas. Raynare empezó a reírse al ver como trataba de sacarme la lanza.

“¡Ajajajajajaja! ¡Un Demonio tratando de sacarse esa Lanza! ¡Qué estúpido! Para los Demonios, la luz es un veneno muy potente. Sólo con tocarla ya arderás. ¡Ese es el dolor definitivo que puede experimentar un Demonio! Para un Demonio de tercera como tú, es...”

“¡Ngaaaaaaah!”

Grité todo lo que pude y, aunque parecía imposible, así la lanza con mucha más fuerza e intenté sacarla, poco a poco. Aquel dolor que me hizo la lanza al atravesarme las piernas. Aquel dolor que me fue causaron con el poder de la luz. Ambas cosas me produjeron un daño considerable. Estaba a punto de perder la consciencia por culpa de ello. Parecía que moriría si no apretaba los dientes. ¿Pero qué pasaba con ella? ¿¡Qué pasaba con ella!?

“¡Esto...! ¡¡Esta chica...!! ¡¡Esto no es nada en comparación a lo que ha pasado Asia!!”

Me estaba sacando la lanza lentamente mientras se me saltaban las lágrimas. Duele. ¡Duele jodeeeeerrrrrrr! ¡Pero esto! ¿¡Qué pasa con esto!?

ZOOOM ZWESHH

Con un ruido horrible, por fin salió la lanza. Cuando me saqué la lanza que tenía atravesándome las piernas, la tiré y desapareció antes de golpear el suelo.

SPLASH

Después de sacarme lo que estaba taponando los agujeros que tenía en los muslos, la sangre empezó a salir por las heridas. Aunque ya me había extraído la lanza, el dolor aún seguía allí.

[¡¡BOOST!!]

Aunque había sido alcanzado por la lanza, el guantelete de mi mano izquierda hizo un sonido pese a que había detenido mis ataques. Dolía. Dolía de verdad. Estaba llorando tanto que se me estaba cayendo la baba de la boca.

SLIP

Me quedé sentado en el suelo después de perder gran parte de mi fuerza. No me quedaba la suficiente para seguir de pie. Mierda, no me quedaban fuerzas para que mis piernas aguantasen. No, no me quedaban fuerzas en todo el cuerpo. Esto es una mala señal, ¿no?

“...Es algo digno de mención. Un Demonio del nivel más bajo sacándose la lanza de luz de un Ángel Caído. Pero es inútil. Mi luz no es demasiado brillante, pero sigue manteniendo intacta su capacidad de matar Demonios. La densidad de la luz es fuerte. Tan fuerte que puede formar espadas de luz para los curas. Sólo con ser herido una vez ya debería ser difícil poder recuperarse, incluso para un Demonio de nivel medio. Para uno de tercera como tú, este es el límite. Fufufufu, no puedes menospreciar el daño causado por el poder de la luz, ¿sabes? Especialmente la mía.”

Como siempre, ella estaba hablando demasiado sobre cosas que no entendía.

“La luz recorre todo tu ser y causa daños en todo el cuerpo. Si tardas en curarla, morirás. No, lo normal es morir. Eres bastante resistente, ¿no?”

¿Así que era eso? Así que para una basura como yo, que acababa de convertirse en Demonio, esta herida era mortal, ¿eh? Como pensaba. Notaba el dolor dentro de mi cuerpo. No era sólo el dolor de haber sido herido, era algo peor.

Sentía como si mis músculos y mis huesos se estuvieran derritiendo debido al calor. El dolor se transmitía directamente a mis nervios, por lo que en cuanto bajase la guardia, aunque fuera una vez, perdería la consciencia.

Probablemente iba a morir si no me curaban pronto. Pero... no podía limitarme a sentarme allí, aunque tampoco tenía fuerza en las piernas.

Mierda.

¿Será este mi fin?

Entonces miré a Asia.

Seguía tendida donde la dejé, en silencio. Lo siento por ser tan escandaloso. Sí, estoy bien. En serio, estoy bien. Soy bastante resistente, así que esto no es un problema. Mira, ¿lo ves? Voy a aliviar alguno de los pesares que dejaste, Asia.

“¿Es en momentos como este cuando se supone que debes rezarle a Dios?”

De repente empecé a hablar sin darme cuenta.

“¿?”

Raynare parecía estar algo desconcertada, pero yo seguí hablando.

“Pero hablar con Dios es una pérdida de tiempo. Nunca me ha escuchado. Ni siquiera ha salvado a una buena chica como Asia. Jajajaja. Menudo Dios más inútil.”

“¿De qué estás hablando? ¿Se te han frito los sesos también?”

“Entonces él... ¿Quizá Satán atienda mis súplicas? Existes, ¿verdad? ¿Me estás escuchando? Yo también soy un Demonio, ¿escucharías tú mi deseo?”

“...Ya está totalmente acabado. Este chico... mira que acabar hablando solo en un sitio como este.”

“Voy a machacar a esta basura que tengo delante, así que ¿podrías asegurarme que no nos va a molestar nadie? En serio, no quiero que nadie intervenga. Tampoco necesito refuerzos. Lo haré yo solo. Y mis piernas están bien, me levantaré yo solo. Así será una lucha de uno contra uno. Es un buen lugar, Creo que podré soportar el dolor con la rabia que siento dentro de mí. Sólo me hace falta un golpe. Por favor, déjame alcanzarla...”

Mis pies se estaban moviendo. Ya había perdido toda sensibilidad en las piernas. Cada milímetro que avanzaba me hacía sentir un dolor inmenso. Pero aún así, me movía. Ya no tenía el culo en el suelo. Mi cuerpo no paraba de temblar, pero aún así, intentaba ponerse en pie, poco a poco. Duele. Me dolía todo el cuerpo, pero se estaba moviendo. Aún podía moverme. Sólo tenía que aguantar hasta que la alcanzase una vez.

“¡...! ¡Imposible! ¡Tu cuerpo no está en condiciones de moverse! ¿Por qué el daño de la luz no...?”

Me estaba acercando a Raynare, que parecía sorprendida. Finalmente pude ponerme de pie. Estaba justo delante de ella, tambaleándome mientras sangraba abundantemente por las heridas.

“Oye, Ex. Me has hecho pasar por muchas cosas.”

“.... ¡No puedes levantarte! ¡Un Demonio de nivel tan bajo moviéndose con esas heridas! ¡La fuerza de la luz te está quemando desde dentro! ¡Un Demonio de tercera no debería poder atenuar el daño de la luz, no deberías ser capaz de soportarlo!”

“Sí, duele. Duele muchísimo. Estoy cerca de perder la consciencia, pero aún puedo soportarlo gracias al odio y a la ira que siento contra ti.”

Miré fijamente a mi oponente sin siquiera pestañear. Mi siguiente ataque iba a ser el último. Si lo hacía, iba a caer. Por eso tenía que acabarlo todo con el siguiente golpe. No podía fallar el objetivo.

“Oye, Artefacto Sagrado. Aún te quedan fuerzas para atizarle a eso que tengo ahí delante, ¿no? Entonces acabemos con esto.”

[¡¡¡EXPLOSION!!!]

El sonido que hizo la joya del guantelete sonó especialmente fuerte. La gema brilló con una luz penetrante. Menuda luz más brillante. Estaba algo cegado, pero al contrario que la luz de los Ángeles Caídos, esta luz me inspiraba paz en lugar de dolor. Sólo con entrar en contacto con dicha luz sentía como iba recuperando la fuerza. Era parecida a la luz de Asia.

Así que existe una luz que no es perjudicial contra los Demonios. Di un paso adelante. La sangre chorreaba hasta el suelo. También tosí un poco de sangre. Parecía que estaba en estado crítico. Tampoco había límite para el dolor que sentía que llegaba hasta mi cerebro.

Pero no pasaba nada porque aún era capaz de moverme. Mi guantelete seguía dejando que su poder fluyera.

Cuando me enfrente a Raynare aquella misma tarde, estaba asustado por la diferencia de poder que había entre ella y yo. Probablemente, era mi instinto de Demonio el que me hizo estar temblando en todo momento a causa de la diferencia de nivel que había entre los dos.

Pensé que nunca seria capaz de vencerla. Pero ahora era distinto. El poder que estaba recibiendo del guantelete era increíble. No obstante, de alguna manera lo sabía. Puede que fuera por ser el poseedor de un Artefacto Sagrado. Sabía que el poder que estaba sintiendo no iba a durar para siempre y que tenía un límite de tiempo. Una vez que lo liberase, se agotaría todo de golpe..

Aunque mi Artefacto Sagrado no me lo estaba diciendo con palabras, si me lo estaba diciendo físicamente. Adopté la postura previa a lanzar un puñetazo. No tenía ninguna experiencia luchando, pero todo iba a decidirse con un golpe. Mi objetivo era el pedazo de mierda que tenía delante. Definitivamente iba a alcanzarla, no iba a fallar.

“.... Imposible. ¿Qué es esto? ¿Por qué? Esto no puede estar pasando... Se suponía que ese Artefacto Sagrado era el ‘Twice Critical’, sólo debería doblar la fuerza de su poseedor... No puede ser. Es imposible... ¿Por qué tu poder ha sobrepasado el mío? El nivel de energía mágica que estoy sintiendo... esa aura demoníaca es de nivel medio... no... es de un Demonio de nivel alto...”

¿Mi poder era igual que el de un Demonio de nivel alto? ¿Será por mi Artefacto Sagrado? ¿Eh? ¿No se suponía que eras un Artefacto Sagrado que doblaba mi poder? El único Demonio de clase alta que conozco es Rias-buchou, así que eso significaba que actualmente tenía más o menos la misma fuerza que ella.

“¡Mentira! ¡Todo esto tiene que ser falso! ¡Soy el Ángel Caído con el poder de curación definitivo! ¡Me he convertido en alguien superior al obtener el ‘Twilight Healing’! ¡Me he ganado el derecho a ser amada por Azael-sama y Shemhaza-sama! ¡No puedo perder ante un gusano como tú...!”

Raynare tenía ahora sendas lanzas de luz en cada una de sus manos.

PLING

Las aparte del medio con mi puño. Las Lanzas de Luz desaparecieron. La expresión de Raynare cambió a un azul pálido después de verme repeler sus lanzas.

“¡No...!”

Raynare había desplegado sus alas negras y estaba a punto de salir volando. ¿Estaba intentando huir? Oye, me estabas menospreciando y riéndote de mí hace unos cuantos segundos. ¿Estás huyendo ahora que has descubierto que no puedes ganar? Menuda malcriada. Pero no te voy a dejar que escapes. ¡Jamás lo permitiría!

TAP

Salté al mismo tiempo que ella iba a iniciar la huída y la sujeté del brazo. Tenía una velocidad increíble, tanto que ni un Ángel Caído pudo reaccionar a tiempo. El brazo que estaba asiendo era bastante delgado y la hacía parecer débil. Tiré de ella hacia mí. No iba a dejar que se me escapase.

“No voy a dejar que huyas, idiota.”

“¡Soy un ser superio...!”

“¡Déjalo ya, Ángel de mierda!”

“¡¡Maldito seas!! ¡¡Demonio de tercera!!”

“¡¡Ryaaaaah!!”

El guantelete liberó toda su energía. Toda la fuerza que estaba en mi brazo izquierdo se concentró en mi puño. Utilicé esa fuerza para lanzar un golpe fuerte y certero al enemigo que tanto odiaba.

[¡¡HIT!!]

El sonido fue muy duro. ¡Mi puñetazo alcanzó su cara y la mandó bastante lejos! Raynare salió despedida hacia atrás tras recibir el impacto.

¡¡CRASH!!

El Ángel Caído se estrelló contra la pared, haciendo un ruido terrible. La pared cedió, de forma que ahora había un agujero enorme en ella. Había una nube de polvo que cubría todo. Cuando el polvo desapareció, no había nada en aquella dirección. El agujero de la pared dejaba ver el exterior del edificio, donde estaba Raynare tendida en el suelo. No se movía. No sabría decir si había muerto, pero seguro que no podría moverse por un tiempo. Por fin me había vengado.

“Te está bien empleado.”

Estaba sonriendo desde el fondo de mi corazón. Aquel puñetazo me sentó genial, pero enseguida volví a llorar.

“Asia...”

Ella nunca volvería a sonreír.


Parte 5

Estaba a punto de caer después del golpe que le di al Ángel Caído...

TAP

Algo me sujetó. Cuando miré, vi que era Kiba.

“Buen trabajo. Has conseguido derrotar a un Ángel Caído.”

Me sonrió mientras me sostenía. Huh, hasta Kiba parecía estar hecho polvo.

“Hey, llegas tarde Casanova.”

“Jajaja, Rias-buchou me pidió que no interfiriese.”

¿Eso hizo Rias-buchou?

“Es cierto. Confié en que serías capaz de derrotar al Ángel Caído Raynare.”

Cuando me di la vuelta, Rias-buchou estaba andando hacia mí con una sonrisa.

“¿Buchou? ¿De dónde sales?”

“Del sótano. Terminé mis asuntos, así que utilicé un círculo de teletransporte para llegar aquí. Estaba nerviosa porque era la primera vez que me teletransportaba a una iglesia.”

Rias-buchou suspiró mientras me hablaba. Así que por eso subía por las escaleras con Kiba y los demás. Entonces estaba claro que habían acabado con todos los Exorcistas. Si su oponente había sido Rias-buchou, no habían tenido ninguna posibilidad de ganar. Entonces Koneko-chan pasó a mi lado. ¿A dónde iba? Rias-buchou se puso delante de mí.

“Así que la derrotaste.”

“Buchou... Jajajaja, de alguna manera lo hice.”

“Fufufu, excelente. Justo como esperaba de mi sirviente.”

Me dio un golpecito en la nariz.

“Vaya. Esta iglesia está hecha un desastre. ¿Está todo bien, Buchou?”

Akeno-san puso cara de preocupación.

“.... ¿Algo va mal?”

Le pregunté a Rias-buchou.

“Las iglesias pertenecen a Dios o a las religiones relacionadas con él, pero hay veces en que son utilizadas por los Ángeles Caídos, como esta. Entonces, si los Demonios dañan la iglesia, a veces se convierten en objetivos para asesinos que buscan venganza.”

¿... En serio?

“Pero eso no va a pasar esta vez.”

“¿Por qué no?”

“Esta iglesia estaba abandonada, así que un grupo de Ángeles Caídos vino aquí para usarla en beneficio de sus propias ambiciones. Sólo hemos tenido un enfrentamiento en un sitio como este, así que no nos hemos adentrado en el territorio enemigo para empezar una guerra. Ha sido una simple escaramuza entre un Demonio y un Ángel Caído. Eso pasa continuamente, todos los días. Eso es lo que ha pasado.”

Ya veo. Así que de hecho así es como lo resumirías...

“Buchou, la he traído.”

Koneko-chan apareció junto con el sonido de estar arrastrando algo. Apareció del otro lado del muro, y lo que traía a rastras era el Ángel Caído Raynare. Koneko-chan estaba trayéndola hasta el lugar donde la había golpeado mientras estaba inconsciente. Pero simplemente dijo “la he traído”... Como siempre, no era una chica muy habladora.

“Gracias, Koneko. Despiértala, Akeno.”

“Sí.”

Akeno-san levantó su mano. Entonces apareció agua en el aire. ¿Estaba usando sus poderes mágicos? Akeno-san dejó caer el agua que acababa de crear encima de Raynare.

SPLASH

“¡Cough! ¡Cough!”

Raynare tosió tras ser golpeada por el agua. El Ángel Caído se despertó y abrió sus ojos. Rias-buchou la estaba mirando desde arriba.

“¿Qué tal va todo, Ángel Caído Raynare?”

“¿...Tú eres la hija de los Gremory...?”

“Hola, mi nombre es Rias Gremory. Soy la heredera de la Casa de los Gremory. Va a ser por poco tiempo, pero me alegro de conocerte.”

Rias-buchou la saludó con una sonrisa, pero Raynare la miró fijamente. Entonces, hizo una mueca.

“...Creéis que me tenéis, pero os equivocáis. Este plan se guardó en secreto para los altos mandos, pero hay más Ángeles Caídos conmigo. Si sienten que estoy en peligro, ellos...”

“No van a venir a ayudarte.”

Rias-buchou lo dijo claramente para cortarla.

“Lo sé porque ya he eliminado a los otros tres Ángeles Caídos, Calawana, Donnasiege y Mitelt.”

“¡Mentirosa!”

Raynare se negó a creer lo que acababa de oír. Entonces, Rias-buchou sacó tres plumas negras.

“Estas son las plumas de esos tres. Puedes notarlo, ya que sois de la misma clase, ¿verdad?”

Raynare perdió la esperanza tan pronto como vio las plumas. Parecía que lo que dijo Rias-buchou era cierto.

“Sabía que había unos cuantos Ángeles Caídos tramando algo en esta ciudad desde que encontré al Ángel Caído que atacó a Ise, Donnasiege. Si le ignoré es porque pensaba que era un plan en el que estaba involucrado un grupo entero de Ángeles Caídos. Entonces escuché que los Ángeles Caídos se estaban moviendo en secreto, así que fui con Akeno-san para hablar con ellos. Cuando los encontré en persona, me contaron el que era su propio plan. Ayudándote, dijeron, conseguirían ascender a rangos superiores. Los desgraciados que actúan por su cuenta suelen acabar revelando los planes.”

Rias-buchou sonrió satisfecha. Raynare se estaba mordiendo sus propios labios de frustración.

“Nos menospreciaron porque sólo éramos dos chicas, así que se lo pedí como una última gracia. Fufufu, lo soltaron todo sin darse cuenta de quienes eran los que iban a morir. Qué Ángeles Caídos más idiotas. Como querían ayudarte en tu patético plan estaba claro que también serían unos patéticos infraseres.”

Así que era eso. La “cosa” de la que Rias-buchou tenía que ocuparse era eso. Ella derrotó al resto de Ángeles Caídos... Rias-buchou siempre había estado pensando en todo este incidente... Y yo, sin saberlo, dije todas esas cosas malas de ella... Mierda, me daban ganas de llorar.

“Si eres alcanzado una sola vez desapareces sin dejar rastro alguno. La princesa que posee el poder de la destrucción. Rias-buchou es un poderoso Demonio que es considerado un genio entre todos los jóvenes Demonios.”

Kiba hizo aquel comentario sólo para fanfarronear de su ama.

“Uno de sus apodos es ‘La Princesa de la Ruina Carmesí’, ¿lo sabías? A eso era a lo que te enfrentabas.”

Dijo Akeno-san mientras sonreía. L-La... La Princesa de la Ruina... Menudo apodo más terrorífico. Así que eso me hacía formar parte del grupo de la Princesa de la Ruina Carmesí. Tío... daba miedo... Rias-buchou me miró el brazo izquierdo. Creo que estaba mirando mi Artefacto Sagrado.

“...El Dragón Rojo... Hasta ahora no había una marca como esa... Así que de eso se trataba...”

¿Era cosa mía o Rías-buchou estaba sorprendida?

“He descubierto la razón principal por la que Ise fue capaz de derrotar a un Ángel Caído.”

Dijo tranquilamente Rias-buchou.

“Ángel Caído Raynare. El Artefacto Sagrado de este chico, Hyoudou Issei, no es uno del montón. Por eso perdiste.”

Raynare estaba desconcertada después de escuchar lo que dijo Rias-buchou.

“El guantelete del emperador del Dragón Rojo, el ‘Boosted Gear’(20). Es un Artefacto Sagrado que está clasificado como raro entre los raros. La marca del Dragón Rojo en el guantelete es la prueba de ello. Incluso tú habrás oído ese nombre antes, ¿verdad?”

Cuando escuchó esto último, su expresión era de un mayor desconcierto si cabía.

“El ‘Boosted Gear’... Uno de los ‘Longinus’... La habilidad de obtener el poder suficiente para sobrepasar al Emperador Oscuro y a Dios por un determinado tiempo... ¿¡Ese maldito Artefacto Sagrado está en manos de un niñato como este!?”

“Según las leyendas, expresado en tiempo humano, dobla el poder del usuario cada diez segundos. Esa es la habilidad del ‘Boosted Gear’. Aunque su poder empiece siendo de uno, se dobla cada diez segundos hasta alcanzar a los líderes de los Ángeles Caídos y los Demonios de alto nivel. Si se domina, incluso sería capaz de matar a Dios.”

¿¡Lo estás diciendo en serio, Buchou!? ¿¡Podría derrotar a Dios!? ... Ese era el poder de mi Artefacto Sagrado... Había una marca del Dragón Rojo en mi guantelete. Así que la razón por la que de vez en cuando sonaba “BOOST, BOOST” era porque estaba duplicando mi poder. Así que por eso sentía como cada vez notaba un poder mayor dentro de mí. Por eso Raynare se asustó cuando vio que había alcanzado el poder suficiente como para sobrepasarla. Qué Artefacto más poderoso... Miré asustado al Artefacto Sagrado que tenía en mi brazo izquierdo. El ‘Boosted Gear’. Mi Artefacto Sagrado. Era increíble.

Oh, ¿significa eso que podría hacerme una leyenda entre los Demonios?

“Pero aunque sea un Artefacto poderoso, aún tiene un riesgo considerable: el tiempo. Hay muchos oponentes contra los que uno no puede esperar a ir volviéndose más fuerte. Esta vez todo fue resultado de que el oponente te tomase a la ligera.”

¡Mmmm! Buchou dio en el clavo. Justo como había dicho, no habría muchos enemigos que esperasen a que me volviera lo suficientemente fuerte. Así que mi Artefacto Sagrado era muy poderoso pero también tenía algunas debilidades.

Rias-buchou se me acercó. Su pelo escarlata olía muy bien.

PAT, PAT.

“Pero es interesante. Justo como esperaba de mi sirviente-kun. Ise es un chico interesante, tal y como pensaba. Fufufu. Ahora incluso voy a mimarte más.”

Rias-buchou me sonrió. Era una sonrisa amable, pero también daba un poco de miedo...

“¿Buchou?”

“¿Qué pasa?”

Rias-buchou estaba sonriendo, pero yo me sentía mal, así que incliné la cabeza.

“Lo siento. Cuando dije que iba a ir a salvar a Asia dije cosas muy desagradables porque no ibas a ayudarme... Pero tú ya estabas trabajando en ello... y yo...”

Sólo quería disculparme. Pensaba que Rias-buchou era un Demonio sin corazón y luego seguí siendo muy impertinente con ella. Sólo necesitaba decirle lo mucho que lo sentía. Pero Rias-buchou siguió dándome palmaditas en la cabeza. Yo estaba llorando. Sí, porque no pude hacer lo que había venido a hacer.

“Buchou... Yo... no pude... proteger a Asia...”

“No tienes que llorar. Nadie te culparía viendo como estás ahora.”

“Pero... yo...”

Rias-buchou me limpió las lágrimas con sus dedos.

“No pasa nada. Aún no tenías experiencia como Demonio. Eso es todo. Hazte más fuerte. De ahora en adelante te haré trabajar duro, así que prepárate, mi ‘Peón’, Ise.”

“Sí.”

Trabajaré duro. Definitivamente tengo que hacerme más fuerte. Lo prometo.

“Entonces acabemos con este asunto.”

Los ojos de Rias-buchou se volvieron despiadados. Se acercó a Raynare. El Ángel Caído empezó a sentir miedo.

“Te voy a hacer desaparecer, Ángel Caído-san.”

Su tono era frío y estaba lleno de intenciones de matar.

“Por supuesto, antes de eso recuperaré el Artefacto Sagrado.”

“¿¡No lo estarás diciendo en serio!? Este poder curativo es para Azael-sama y Shemhaza-sama...”

“Vivir por amor es muy bonito, pero estás demasiado manchada de barro. No tienes elegancia. Y eso no puedo permitirlo.”

Rias-buchou apuntó con su mano a Raynare. Parecía como si quisiera eliminarla de un solo golpe.

“Hey, aquí.”

Entonces una sombra apareció del otro lado del muro semidestruido. Era el Sacerdote Freed Zelzan. ¡Eres ese jodido cura otra vez! ¡Se había escapado antes y ahora había vuelto!

“¡Wow! ¡Mi superior está en serio peligro! ¿¡Qué va a pasar ahora!?”

Raynare gritó tan pronto como vio aparecer al Cura:

“¡Sálvame! ¡Si me salvas te recompensaré o algo!”

Freed sonrió como un sádico.

“Hmmmm. Hmmmm. He recibido una hermosa orden de un Ángel, ¿eh? ¿Podré tener sexo contigo? Para mí, montármelo con un Ángel sería el mayor honor posible. Eso me daría un buen estatus social.”

“Cab... ¡Deja de hacer el idiota y sálvame!”

La cara del Ángel Caído cambió a una expresión de enfado. Parecía que tenía prisa. No, estaba claro que tenía prisa. Probablemente pensaba que un simple humano no la traicionaría ni nada de eso.

“Eyeyeyeyey, que sepas que lo estoy diciendo en serio... Quiero decir, algo tan nimio como eso no debería ser un problema. ¿No, Angel-sama? ¿Entonces eso es un no? Es eso, ¿no? Entonces seguiré mi camino. Lo mires como lo mires, está claro que estoy en desventaja, así que me abro.”

Dijo Freed con un tono cómico mientras se estiraba.

“Eres un sacerdote, ¿¡no!? ¡Se supone que tienes que salvarme! ¡Soy un maravilloso Ángel Caído! Yo...”

“No necesito un superior que pierde contra esta basura de Demonios. Eres guapa, pero no tienes ni idea de hacer estrategias y eres demasiado cabezota. Lo único para lo que vales es para hacerse una paja, así que muérete ya. Bueno, un Ángel Caído que ha sido abandonado por Dios no va ni al Cielo ni al Infierno, sino a algo distinto. Quizá la experiencia de convertirte en la nada te podría ser de ayuda. Oh, es verdad, no puede ser porque no quedará nada de ti. Es imposible, jajajaja. Así que namusan(21). Espera, eso era del budismo. Ah sí, ¡que se supone que yo era cristiano! ¡Soy un niño malo! ¡Jajajajajaja!”

Después de decir eso desvió la mirada hacia otro lado, como si ya hubiera perdido el interés en Raynare. Al ver eso, Raynare puso cara de desesperación. Parecía sentirse miserable. ¿Este es el mismo Ángel Caído que estaba reuniendo poder hasta volverse loca? Freed me dedicó una gran sonrisa. ¿Eh? ¿A mí?

“Ise-kun, Ise-kun... Tienes una habilidad sorprendente. Cada vez estoy más interesado en ti. ¡Realmente merece la pena matarte! Te garantizo que estás en mi ‘Top cinco de Demonios para matar’, así que prepárate, ¿va? La próxima vez que nos veamos tendremos una romántica pelea a muerte, ¿ok?”

Sentí un escalofrío recorriéndome toda la columna. Ese chico estaba sonriendo, pero estaba claro que tenía intención de asesinarme. Era un desafío directo. No, era una simple advertencia de que en un futuro me querría matar.

“¡Pues ya nos veremos! ¡Bye-bye! ¡Recordad lavaros los dientes!”

Freed desapareció inmediatamente de la escena mientras se despedía moviendo la mano. Era rápido. Se marchó así, como si nada. Pero de alguna manera, sentía que nos volveríamos a encontrar algún día. No era una premonición, pero si era algo extraño.

“Ahora, Ángel Caído Raynare, has sido abandonado por tu propio sirviente. Qué indigno.”

Rias-buchou no tenía el menor tono de simpatía en su tono. Raynare empezó a tiritar. Quizá me sentía un poco de pena por ella, ya que era mi ex-novia, Yuuma-chan. Bueno, eso también era parte de su malvado plan. Raynare me miró con cara de pena.

“¡Ise-kun! ¡Por favor, sálvame!”

Su voz era igual que la de Yuuma-chan cuando era mi novia.

“¡Estos Demonios están intentando matarme! ¡Te quiero! ¡Te quiero mucho! ¡Vamos a derrotar a estos Demonios los dos juntos!”

Raynare volvía a actuar como si fuera Yuuma-chan e intentó que me apiadase de ella echándose a llorar. Fui un estúpido por sentir pena de ti, Yuuma-chan. No, Ángel Caído.

“Adiís, cariño. Buchou, ya no puedo más... ¿Podrías...?”

Después de oír eso, el Ángel Caído se quedó de piedra.

“...Ni siquiera te atrevas a tratar de seducir a mi querido sirviente. Desaparece.”

¡BANG!

El proyectil mágico que fue disparado por Rias-buchou no dejó nada del Ángel Caído. Lo único que quedó allí fue la misteriosa sensación que tenía y unas cuantas plumas negras flotando por toda la iglesia.


(20).- ‘Artefacto Potenciador’

(21).- Es una expresión budista utilizada en los rezos, similar a “Namaste”. Tampoco he encontrado documentación fiable.

Parte 6

Había una luz verde flotando por todo el santuario. Era el Artefacto Sagrado de Asia. Fue liberado después de que Raynare hubiera muerto. Aquella cálida luz estaba brillando. Rias-buchou cogió el origen de la luz con sus manos.

“Ahora, vamos a devolvérselo a Asia Argento-san.”

“Pero... Asia ya está...”

Asia no podría volver a la vida nunca más. Después de todo, no pude salvarla. ¡Le prometí que la protegería! ¡Le prometí que la salvaría! Aunque hubiera sido capaz de derrotar a un Ángel Caído, no pude salvarla. Así que fue inútil venir hasta aquí... No, eso habría sido un insulto hacia mis compañeros. Ellos lucharon por Asia y por mí. Ni siquiera habían obtenido nada a cambio por ello.

“Buchou, chicos, muchas gracias por haber luchado por Asia y por mí. Pero aún así, incluso con vuestra ayuda, Asia ha...”

“Ise, ¿qué crees tú que es esto?”

Rias-buchou sacó algo de su bolsillo. Era rojo... rojo como la sangre. Era una pieza de ajedrez del mismo color que su pelo.

“¿Qué es eso?”

“Ise, esto es una pieza de ‘Alfil’.”

“¿Eh?”

Contesté con algo tan idiota porque no esperaba aquella respuesta tan repentina.

“Sé que he tardado un poco en decírtelo, pero un Demonio de alto nivel recibe quince Piezas Demoníacas, a saber ocho ‘Peones’, dos ‘Caballos’, dos ‘Alfiles’, dos ‘Torres’ y una ‘Reina’. Yo recibí el mío de igual forma. Ya he usado uno de mis ‘Alfiles’ pero aún me queda el otro.”

Rias-buchou se dirigió hacia Asia mientras llevaba la pieza de ajedrez roja en su mano. Puso la pieza del ‘Alfil’ en el pecho de Asia.

“El papel del ‘Alfil’ es apoyar a los demás miembros del grupo. El poder curativo de esta chica puede ser muy valioso como un ‘Alfil’. Nunca antes me había pasado, pero haré que esta chica renazca como un Demonio.”

Un aura mágica de color rojo rodeó el cuerpo de Rias-buchou.

“Te lo ordeno, en nombre de Rias Gremory. Tú, Asia Argento, vuelve a esta tierra como mi sirviente y renace como un Demonio. Tú, mi ‘Alfil’, ¡se agraciado con una nueva vida!”

La pieza de ajedrez brilló y se introdujo en el cuerpo de Asia. Al mismo tiempo, el Artefacto Sagrado de Asia se introdujo de nuevo en su cuerpo. Rias-buchou detuvo su encantamiento una vez confirmó que la pieza de ajedrez y el Artefacto Sagrado estaban ya dentro del cuerpo de Asia. Entonces, Rias-buchou suspiró. Yo me quedé mirándola como si hubiera sido un sueño. Después de unos breves momentos, Asia abrió los ojos. No podía dejar de llorar después de verla así.

“¿Eh?”

La voz de Asia. La voz que pensé que no volvería a escuchar jamás. Rias-buchou me dedicó una cálida sonrisa.

“La he hecho renacer porque quería su poder de curar hasta a los Demonios. Fufufu. Ise, de ahora en adelante tú la protegerás. Tú serás su senpai como Demonio.”

Asia se incorporó un poco. Miró alrededor hasta que me vio.

“¿...Ise-san?”

Abracé a Asia mientras parecía estar desconcertada.

“Vámonos a casa, Asia.”

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