Y al séptimo día... publicamos. Pues sí, esta vez toca publicación en domingo. No por nada en especial, sino porque no he podido preparar la entrada ni el viernes ni el sábado, así que... pues nada. Así cerramos bien la semanita, aunque últimamente tenemos poquita actividad aquí en comparación a la sucesión de traducciones que hemos visto en otros momentos. Es lo que tiene que estoy sea algo que se hace por gusto, que el factor motivación es crucial (y necesario para que el resultado sea el mejor posible).
Pero no me lío más. Os dejo con el pobre Ise-kun. Mira que me cae simpático el tío, aunque me lo haga pasar mal a veces (?)
Vida.3 – He hecho un amigo
Parte 1
“Haaaah... Si que es duro el camino hasta el éxito.”
Estaba en mi habitación mirando al techo mientras me quejaba
de todo.
“Peón.”
Esa era mi habilidad especial y mi rol. El ‘Peón’ es lo más
bajo... Así que tengo que remontar desde ahí... Mi camino hacia el título de
noble había empezado de una forma un
poco dura. Mi ambición de convertirme en un Demonio hecho y derecho estaba llena
de problemas. Además, ya había alguien que ocupaba el puesto de ‘Alfil’. Me lo
dijo el mismo día que descubrí mi papel como sirviente.
“Ya tengo un ‘Alfil’, pero no se encuentra aquí. Está en
otro sitio cumpliendo con unas órdenes que le di. Si tenemos la oportunidad,
algún día te lo presentaré.”
Eso es lo que me dijo. ¿Quién será esa persona? Quizá pueda
conocer pronto a esa persona. Espero que sea una chica. Así que a mi me asignó
el papel de ‘Peón’ para rellenar. Haaaaah. Hay tantas dificultades que
superar... Cuando pienso en todo esto es como ‘¿En serio estuve de acuerdo con
todo esto?’ Fui asesinado por un Ángel Caído por culpa del dispositivo de los
kamehameha, el Artefacto Sagrado. También se aprovecharon de mis puros
sentimientos de amor. Después de aquello me convertí en un Demonio. Fui
recogido por una Demonio guapísima que me dijo que ahora era su sirviente y
entonces fui seducido por la feliz idea de conseguir mi sueño, un harén para mí
solito. Me he dejado el culo trabajando por Rias-buchou, día tras día. He
estado entregando folletos y tratando de conseguir contratos, pero mi poder
mágico es tan sumamente bajo que ni siquiera puedo utilizar los círculos de
teletransporte para llegar hasta los clientes.
Nunca había pasado algo así. El peor Demonio de la historia.
Ese era yo. Respiré hondo. Ahora que lo pensaba, no tenía ningún tipo de
habilidad especial ni siquiera antes de convertirme en Demonio. Intenté
montones de cosas para ser popular con las chicas, pero después de todo no
podía ganar a los que simplemente eran guapos. Tampoco había tenido ningún
sueño antes de convertirme en Demonio. Bueno, quizá había sido buena idea
convertirse en Demonio, ya que ahora al menos tenía un sueño. Espera,
¿convertirse en Demonio es algo bueno? Bueno, si no hubiera sido salvado por
Rias-buchou ya estaría muerto. Así de simple, ni siquiera habría tenido tiempo
de disfrutar de mi juventud. Y bueno, la verdad es que era algo... divertido.
Estaba rodeado de un montón de chicas guapas y todos eran amables conmigo.
Bueno, para ser Demonios, quiero decir. Rias-buchou era preciosa. Akeno-san
estaba bien siempre y cuando no se enfadase... creo... Koneko-chan tampoco era
un problema siempre que me comportase como es debido. Kiba me pone de los
nervios, pero me habla con cordialidad. En realidad es un buen tipo, aunque sea
un maldito guaperas. Hmmmm, no puedes juzgar a las personas por su apariencia.
Parece que mi idea preconcebida sobre los tíos guapos estaba cambiando.
Entonces me acordé de la joven monja rubia, Asia, que era una buena persona. Si
alguna vez conseguía echarme una novia... Me paré ahí y me tapé la cara.
Espera, por qué había terminado todo en un amor no correspondido. Maldita sea,
jugar con mis sentimientos... Yuuma-chan, en realidad te quería. Joder. ¿Por
qué todo en mi vida está controlado por alguien? Quizá así era como funcionaba
la vida. Pasaron un montón de cosas misteriosas a mi alrededor, así que tenía
la sensación de haberme visto arrastrado por todas ellas.
Aquella chica... Asia. La persona que estaba justo en el
lado opuesto a mí. Probablemente nunca volveríamos a vernos. Habíamos acabado
estando al servicio de los Demonios y al servicio de Dios. Sólo nos encontramos
por casualidad. Quizá sería mejor no tener que encontrarnos de nuevo o podría
llevarnos a un destino desafortunado. Sólo estaba pensando en cosas para
hacerme el interesante.
“Aaaaaaah, sí, sí. Sólo soy un simple ‘Peón’. No tengo nada
bueno. ¿Podré conseguir un título nobiliario así? ¿Qué me dices, Satán? Bueno,
probablemente no tenía mucho sentido discutir esto con Satán de todos modos.”
Me reí de mí mismo. Estaba decidido. Iba a tener una meta.
Eso es todo. Antes de nada, mi meta será utilizar el círculo mágico para poder
teletransportarme. Ese será mi primer paso. Sí, todo empezaba aquí. ¡Sí! Me estaba
animando. Ya se acabó el tiempo de andar lloriqueando. Me había convertido en
un Demonio y eso no iba a cambiar. Así que tenía que vivir como un Demonio y
conseguir que mis sueños se hicieran realidad. ¡Sí! ¡Puedo hacerlo! ¡Sí, puedo!
Parte 2
[Medianoche]
Iba con mi bicicleta hacia la casa de otro cliente. No era
ni una mansión ni un apartamento, era una casa normal. Era mi primera vez, pero
¿qué podía hacer? Y si el cliente no vive solo, ¿me vería toda su familia?
Porque realmente tenía que entrar en casa para hacer el contrato. Me dijeron
que los humanos normales no podrían notar mi presencia, pero ¿se aplicaría en
estos casos también? Estaba preocupado, pero cuando estaba a punto de pulsar el
timbre me di cuenta de que la puerta de la entrada estaba abierta. En serio...
mira que dejar la puerta abierta por la noche...
[Pumpum...]
De repente me sentí intranquilo. ¿Qué había sido eso? Tenía
un mal presentimiento, pero ya estaba andando por la casa. Miré el interior
desde el recibidor. No había luces encendidas en el vestíbulo. Había unas
escaleras que llevaban al piso de arriba, pero sólo había una habitación en la
que se veía una luz tenue. Sí, definitivamente algo no iba bien... no notaba la
presencia de ningún humano. ¿Estarían durmiendo? Imposible. Entonces no tendría
esa sensación de desasosiego. Me descalcé en la entrada y me llevé las
deportivas en la mano. Avancé hasta la habitación intentando no hacer ningún
ruido. Soy un Demonio, no un ladrón. Estaba pensando en una excusa de ese
estilo. Miré dentro de la habitación desde la puerta, que estaba ligeramente
entreabierta. Había unas cuantas velas iluminando la habitación.
“¿Hola...? Soy un Demonio de la Casa de los Gremory... Ummm,
¿hay algún cliente por aquí?”
Pregunté en voz baja pero no hubo respuesta. No pude
evitarlo y acabé entrando en la habitación. Era una sala de estar, con una
televisión, un sofá, una mesa y todo eso. Parecía una habitación normal y
corriente. Entonces se me detuvo la respiración. Mi vista se detuvo en algo que
estaba en la pared. Había un cadáver clavado boca abajo en la pared. Era un
humano... un hombre. ¿Viviría aquí? ¿Pero por qué...? El cadáver había sido
cortado cruelmente. Se le estaban saliendo las entrañas por una de las heridas.
“¡Cough!”
Vomité allí mismo. No lo hice cuando vi aquel monstruo, pero
un cadáver... Tío, no podía seguir mirándolo más tiempo... El cuerpo estaba
clavado a la pared con un tornillo y estaba formando una cruz invertida. Había
unos tornillos grandes en las palmas de sus manos, en las piernas y en el
pecho. Esto no era normal. ¡No era normal en absoluto! No puedes hacerle eso a
una persona a no ser que estés enfermo. Había un charco de sangre en el suelo
de las gotas que iban cayendo del cuerpo. Había algo escrito en la pared.
“¿Q-Qué es esto...?”
“¡Lo que pone es ‘Castigo para los que cometieron malas
acciones’! He tomado prestada la frase de alguien importante.”
De repente escuché la voz de un hombre joven detrás de mí.
Cuando me giré vi a un tío con el pelo blanco. Era joven, parecía ser
extranjero y tenía el aspecto de un adolescente. Iba vestido como si fuera un Sacerdote.
Podría considerarse atractivo. El Cura sonrió maléficamente tan pronto como me
vio.
“Hmmmm. Mira por donde... ¡aquí tenemos al Demonio-kun!”
Parecía estar muy contento. Entonces me vino a la mente lo
que me contó Rias-buchou.
“No te involucres con
gente de la Iglesia ,
en especial con los Exorcistas. Ellos son nuestros mayores enemigos. Pueden
eliminarnos fácilmente porque sus poderes reciben el apoyo directo de Dios.”
Mierda, es un Cura. Entonces tiene relación con la Iglesia. También
sabe que soy un Demonio. Ya estoy otra vez metido en un lío...
“Soy un Sacerdote. Un joven Sacerdote. Adoro cortar Demonios.
Me río mucho cuando le corto la cabeza a alguno. Lalalala.”
El cura empezó a cantar. ¿¡Qué le pasaba a este tío!?
“Me llamo Freed Zelzan. Pertenezco a cierta orden de Exorcistas.
Oh, aunque yo me haya presentado no hace falta que tú lo hagas. De hecho, lo
hagas. Sería una pérdida de memoria andar recordando el nombre de un Demonio.
Tampoco pasa nada porque vas a morir enseguida. Me aseguraré de que así sea.
Puede doler un poco al principio, pero depsués verás como te gusta tanto que te
entran ganas hasta de llorar. Y ahora, ¡vamos a abrirte una puerta nueva!”
Nunca me había encontrado con alguien como él. Estaba loco.
Así que era un exorcista... Sabía que estaba en apuros, pero aún así había algo
que quería decirle. Tragué saliva y le pregunté.
“Oye, tú. ¿Has matado a esta persona?”
“Sí, sí, le he matado. Porque era un criminal habitual que
había estado invocando al Demonio. Tenía que acabar con él.”
¿Qué clase de excusa era esa?
“¿Eh? ¿Te has quedado de piedra? ¿No vas a escapar? Eso es
raro. Muy raro. Los humanos que hacen pactos con los Demonios son basura. Sin
duda. ¿Puedes entenderlo? ¿No? ¿No lo pillas? Tú también eres basura, Demonio.”
¡Ese tío estaba mal de la cabeza! No se podía hablar con él.
Pero iba a decir lo que tenía que decir.
“¿¡Entonces qué es un humano que mata a otro!? ¿No se supone
que sólo matáis Demonios?”
“¿Eh? ¿Qué coño es esto? ¿Un Demonio como tú se atreve a
darme lecciones? Jajaja. Que me parto. Podrías acabar con una buena recompensa
por ser tan gracioso. Bien, pues escucha atentamente Demonio de mierda. Los Demonios
utilizáis la avaricia de los humanos para sobrevivir. Si viven por hacer un
pacto con el Demonio, entonces ya no son humanos. Se acabó. Por eso le maté.
Mataré a todos los Demonios y a aquellos que hacen contratos con ellos. Ese es
mi trabajo.”
“¡Ni siquiera los Demonios irían tan lejos!”
“¿Huh? ¿Qué me estás contando? Los Demonios sois basura. Es
de sentido común, ¿no lo sabías? En serio, deberías empezar tu vida de nuevo
desde que eras un crío. Espera, es estúpido decirle esto a un Demonio
reencarnado como tú. Más bien, tendré que matarte. Jajajajaja. Impresionante, ¿eh?”
El exorcista sacó una espada que no tenía hoja y una
pistola.
ZIUUUUM. Un sonido vibró en el aire. La espada que sólo
tenía empuñadura se había transformado en una especie de espada láser. ¿Qué
había sido eso? Era como las que salían en “Gundam”.
“Me pones un poco de los nervios. ¿Puedo rajarte? ¿O
prefieres que te pegue un tiro? ¿Te parece bien? Vaaaaale, entonces voy a
atravesarte el corazón con esta espada de luz y luego te volaré la tapa de los
sesos con este pistolón. ¡Tío, creo que a este paso me voy a enamorar!”
SWIFT
¡El cura vino corriendo hacia mí! Me lanzó una estocada con
su espada. ¡Joder! La intenté evitar pero sentí un dolor muy intenso en la
pierna. Empezó a salir humo de la pistola que llevaba el exorcista. ¿Me había
disparado? Pero si no pude oír ningún disparo... De repente noté un dolor en la otra pierna.
“¡Gwaaaaaah!”
Empecé a gritar de dolor en el acto y me quedé de rodillas.
¡Esta vez me había disparado en el muslo izquierdo! ¡Dolía! ¡Pero ya conocía
este dolor!
“¿¡Qué te parece!? ¡La bala especial de luz hecha
expresamente para los exorcistas! Y no hace ningún ruido, porque la bala está
hecha de luz. Esta situación nos está poniendo a los dos, ¿no?”
El dolor de la luz. Sí, era el dolor de la luz sin duda.
Para un Demonio, la luz era como un veneno. Una vez que te golpeaban con ella,
el dolor te recorría todo el cuerpo.
“¡Muere! ¡Muere, maldito Demonio! ¡Conviértete en cenizas y
desaparece! ¡Haz que me divierta un poco!”
El cura estaba riéndose como un loco y estaba a punto de
darme el golpe final.
“¡Detente, por favor!”
Escuché una voz que me era familiar. El exorcista se quedó
quieto en postura de ataque y miró al lugar del que vino aquella voz. Yo
también miré en esa dirección. Allí había una chica, y yo la conocía.
“Asia.”
Sí, la monja rubia estaba allí.
“Bueno, pero si es mi asistente, Asia-chan. ¿Qué ha pasado?
¿Has terminado ya de poner las barreras?”
“¡¡N-N-Nooooo!!”
Asia gritó al ver el cuerpo que estaba clavado en la pared.
“¡Gracias por un grito tan adorable! Ah sí, que era la
primera vez que veías un cadáver de esta forma, ¿no, Asia-chan? Míralo
atentamente. Ese es el destino que aguarda a los humanos que pactan con los Demonios.”
“No,no...”
Entonces fue cuando miró hacia donde estábamos nosotros y se
quedó atónita cuando me vio.
“Padre Freed... esta persona...”
Asia me miró directamente.
“¿Persona? No no... Este pedazo de mierda es un Demonio.
Jajajajajaja. ¿Qué parte no entiendes?”
“Ise-san es un Demonio...”
Parecía que se había quedado en shock tras descubrir la
verdad y no sabía qué decir.
“¿Qué? ¿Cómo? ¿Os conocéis? Wow, eso si que es un sorpresón.
¿Será el amor prohibido entre un Demonio y una monja? ¿En serio? ¿Me lo estáis
contando en serio?”
Freed, el cura, nos miraba a Asia y a mí. No quería que ella
lo supiera... Habría sido mejor si ella no lo hubiera sabido. No tenía
intención de volver a verla. Quería que ella pensara que yo era un simple
estudiante. ¿Cómo podría haber acabado todo así? Tío, menuda mierda. Menuda
jugarreta del destino. La mirada de Asia estaba haciendo que me sintiera mal.
Lo siento. Siento ser un Demonio.
“¡Jajajajaja! ¡Los Demonios y los humanos nunca podrán
coexistir! ¡Especialmente los humanos que pertenecemos a la Iglesia , los mayores
enemigos de los Demonios! Además, formamos parte de un grupo de herejes que han
sido abandonados por Dios. Asia y yo somos humanos que sólo podemos sobrevivir
con el apoyo de los Ángeles Caídos.”
¿Ángeles Caídos? ¿Qué quiere decir? ¿Los curas y las monjas
no trabajaban bajo el estandarte de Dios?
“De todos modos la verdad es que tampoco me preocupa mucho
eso. Sólo necesito acabar con toda la basura, ese es mi cometido. ¿Estás
preparado?”
El cura volvió a empuñar su espada hacia mí. Si me conseguía
atravesar el pecho con ella, moriría... Aunque sobreviviera, acabaría de alguna
manera parecida a la de aquel cadáver. Notaba como mi cuerpo se estremecía de
pensarlo. ¡Esto no pinta bien! ¡No puedo mover el cuerpo y van a asesinarme!
Mientras estaba pensando, la monja se interpuso entre el joven Cura y yo. Se
quedó de pie con los brazos abiertos, como si me estuviera protegiendo. La
expresión del exorcista cambió después de ver esto.
“Oye, oye... ¿En serio? Asia-tan, ¿sabes lo que estás
haciendo?”
“Sí, padre Freed. Lo sé. Te lo ruego, perdona a esta persona
por favor. Deja que se marche, por favor.”
Me quedé sin palabras después de escucharla... ¿Asia? ¿Estás
intentando protegerme?
“Ya no puedo soportarlo más... No puedes matar a la gente
sólo porque hayan contactado con un Demonio. Tampoco puedes matar a los Demonios.
¡Eso está mal!”
“¿¡Eeeeeeeeeeh!? ¡Deja de decir gilipolleces, zorra! ¡En la Iglesia se enseña que los Demonios
son basura! En serio, ¡algo debe ir mal en tu puta cabecita!”
Freed ahora tenía una expresión de enfado.
“Hay buenas personas, ¡incluso entre los Demonios!”
“No las hay, idiota.”
“Eso es lo que pensaba hasta hace poco... Pero Ise-san es
una buena persona.¡ Ese hecho no va a cambiar aunque haya descubierto que es un
Demonio! ¡Matar a alguien es imperdonable! ¡Dios no permitiría tales actos!”
Vio el cadáver. Descubrió que era un Demonio. Debería estar
confundida, pero Asia no estaba echándose atrás a la hora de manifestarle sus
creencias al Sacerdote. Menuda fuerza de voluntad. Era una chica impresionante.
ZAS.
“¡Kyaaah!”
Ese Cura malnacido golpeó a Asia con la culata de su
pistola. Asia cayó al suelo.
“¡Oye, Asia!”
Me dirigí hasta Asia, que salió despedida. Tenía un golpe en
la cara... Ese cabrón la ha dado de verdad.
“Esa tía de los Ángeles Caídos me insistió en que no te
matara, pero me estás cabreando un poco. Matarte no, pero quizá podría
violarte. Si no, no sé cómo voy a conseguir limpiar mi corazón. Pero antes de
eso, vamos a acabar con toda la basura que hay por aquí.”
El cura volvió a apuntarme con la punta de la espada. No
podía salir huyendo dejando a Asia ahí... No podía dejarla aquí sola después de
todo lo que había dicho. Si me iba a escapar de allí, sería con Asia. Así que
tenía que luchar... ¿Podría utilizar mi Artefacto Sagrado? ¿Aunque no conociera
su poder? También era la pieza más débil, un ‘Peón’. Tenía muy pocas opciones
de ganar, pero tenía que hacerlo...
“No puedo abandonar a una chica que acaba de defenderme.
¡Así que ven a por mí!”
Me puse en posición de pelea delante del Cura. Este silbó
como si estuviera realmente impresionado.
“¿Huh? ¿En serio? ¿Vas a luchar contra mí? ¿Quieres morir?
¿Quieres que lo haga de forma lenta y dolorosa? No tengo ninguna gana de
matarte rápido, ¿vale? Bueno, ¡pues veamos si soy capaz de batir el récord de
cortes a un mismo trozo de carne!”
Ya estaba otra vez diciendo gilipolleces. ¡Pero yo no podía
echarme atrás delante de Asia! El Sacerdote saltó muy alto y entonces... el
suelo empezó a brillar con unos tonos blancos y azulados.
“¿Qué es esto?”
El Cura estaba confundido y la parte sobre la que se
encontraba también empezó a brillar. El resplandor empezó a tomar forma. Era un
círculo mágico. Ya lo había visto antes. Era el círculo mágico de la Casa de los Gremory.
BLIMP
El círculo mágico que apareció en el suelo brilló. Entonces
aparecieron mis compañeros, es decir, Demonios.
“Hemos venido a rescatarte, Hyoudou-kun.”
Me dijo Kiba con una sonrisa.
“Vaya, menudo desastre.”
“Cura...”
¡Akeno-san y Koneko-chan! Sí, mis compañeros. ¡Habían venido
a salvarnos! ¡Estaba tan conmovido que estaba a punto de llorar! ¡Genial! ¿¡En
serio había pasado algo así!?
“¡Bueno, bueno...! ¡Si tenemos aquí a todo un grupito de Demonios!”
El Sacerdote empezó a blandir su espada.
KLINK
El sonido del metal resonó por toda la habitación. Kiba
bloqueó el ataque del Cura con su espada.
“Lo siento, pero él es uno de los nuestros. ¡No podemos
permitirte que le pongas un dedo encima!”
“¡Wow, wow! ¡Algo conmovedor viniendo de un Demonio! ¿Qué
sois, chicos? ¿Los Devil Rangers? Qué bonito. Puedo notar el amor en el aire.
¡Me estoy empezando a poner! ¿Cómo os lo montáis? ¿Tú eres el soplanucas o el
muerdealmohadas? ¿En serio tenéis ese tipo de relación?”
Estaban intercambiando estocadas, pero el Cura no paraba de
decir esas gilipolleces. No paraba de
hablar mientras movía la cabeza. ¡Ese tío nos estaba menospreciando por
completo! Incluso Kiba estaba empezando a mostrar cierto enfado. Sí, aquel tío
era asqueroso.
“Vaya lenguaje más vulgar... Es difícil creer que seas un Sacerdote...
Ah, por eso eres un Exorcista Renegado, ¿verdad?”
“¡Sí, sí! ¡Soy muy vulgar! ¡Perdona por eso! ¡Soy un renegado!
¡Me dieron la patada! Así que, ¡que le den por culo al Vaticano! ¡Yo tengo suficiente
mientras pueda ir cortando Demonios cuando me apetezca!”
Los dos seguían cruzando sus espadas. Kiba tenía una
expresión calmada pero sus ojos ya habían fijado a su enemigo. El Cura
adolescente, Freed, seguía riéndose y disfrutando del combate.
“Eres del tipo con el que es más difícil tratar. Alguien que
cree que vive para matar Demonios... Para nosotros sois de lo más perjudicial.”
“¿¡Haaaaah!? ¡No quiero que un Demonio me eche la bronca!
¡Trato de vivir, como haría cualquiera! ¡No estoy en una posición en la que
unos parásitos como vosotros me podáis aleccionar!”
“Hasta los Demonios tienen reglas.”
Akeno-san estaba sonriendo, pero sus ojos demostraban que
estaba seria. Le estaba mostrando a Freed su deseo de luchar.
“Genial. Me encantan esos ojos tan apasionados. Hermanita,
eres increíble. Puedo sentir las prisas que tienes por matarme. ¿Es esto amor?
¡No, creo que se llamaba ansia homicida! ¡Impresionante! ¡Esto es sublime!
¡Adoro la sensación de intentar asesinar a alguien y viceversa!”
“Entonces desaparece.”
La persona que apareció a mi lado tenía un pelo rojo
precioso. ¡Buchou!
“Lo siento, Ise. Nunca habría esperado que un exorcista
estaría en la casa de un cliente.”
Rias-buchou, que se estaba disculpando conmigo, entrecerró
los ojos cuando vio mis heridas.
“Ise... ¿Te han herido?”
“Ah, lo siento... me han disparado.”
Intenté engañarla sonriendo. Parecía que luego iba a volver
a gritarme. Perdona por ser tan débil, Buchou. Pero no me dijo nada y miró al
cura con una mirada helada.
“Parece que has estado divirtiéndote con mi preciado
sirviente.”
Hablaba en voz baja pero su tono daba miedo. Wow,
Rias-buchou estaba cabreada. ¿Era por mi culpa?
“Sí, sí. Hemos estado jugando un poco. Estaba pensando en
cortarle a taquitos, pero me habéis interrumpido. Al final no va a ser más que
un sueño.”
¡BANG!
Parte del mobiliario que estaba detrás del cura salió por
los aires. Fue Rías-buchou, que había lanzado un proyectil mágico.
“Nunca perdonaré a los que se atrevan a herir a mis
sirvientes. Especialmente si es un desgraciado como tú el que intenta dañar mis
posesiones personales.”
Su intensidad hizo que el ambiente pareciera quedarse
congelado. Había una especia de ondas de poder mágico rodeando a Rias-buchou.
“¡Buchou! Parece que un grupo de Ángeles Caídos se está
dirigiendo hacia esta casa. A este paso estaremos en desventaja.”
Akeno-san había creído percibir algo y nos informó de ello.
¿Se estaban acercando los Ángeles Caídos? ¿Esos tíos con alas negras?
Rias-buchou le echó otra mirada al cura.
“.....Akeno, coge a Issei y prepara el teletransporte.
Volvemos a la base.”
“Sí.”
Akeno-san empezó a preparar un hechizo tan pronto como
Rias-buchou le dio la orden. ¿Teletransporte? ¿Vamos a escapar? Entonces miré a
Asia.
“¡Buchou! ¡Tenemos que llevárnosla a ella también!”
Eso le dije a Rias-buchou.
“Imposible. Sólo los Demonios pueden utilizar este círculo
de teletransporte. Además, esta magia sólo me afecta a mí y a mis sirvientes.”
No, no... Mis ojos se cruzaron con los de Asia. Ella simplemente
me sonrió.
“¡Asia!”
“Ise-san, volvamos a vernos.”
Esas fueron las últimas palabras que intercambiamos en aquel
lugar. En un momento, Akeno-san terminó su hechizo y el círculo del suelo
empezó a brillar con un tono azul de nuevo.
“¡Como si os fuera a dejar escapar!”
El Cura vino a atacarnos, pero Koneko-chan le tiró el sofá
encima. Cuando consiguió librarse de él, nosotros ya nos encontrábamos de
vuelta en la habitación del club No tuve tiempo de pensar en mi primera
experiencia con el teletransporte. Sólo pude recordar la sonrisa que me dedicó
Asia.
Parte 3
“Hay dos tipos de Exorcistas.”
Estaba atendiendo a la explicación de Rias-buchou mientras
me estaban curando las piernas.
“Los primeros son los Exorcistas que reciben la bendición de
Dios para realizar exorcismos en nombre de la justicia. Este grupo recibe su
poder de Dios y sus Ángeles. Los otros son los llamados ‘Exorcistas
Renegados’.”
“¿Renegados?”
Rias-buchou asintió tras oír mi pregunta. Otra vez con lo de
“renegados”.
“Un exorcismo es una ceremonia sagrada que se realiza en el
nombre de Dios. Pero a veces hay exorcistas que empiezan a disfrutar matando Demonios.
Eso es convierte en su propósito en la vida y en su propia diversión. Todos
ellos son expulsados de la
Iglesia sin excepción o incluso son eliminados si los
encuentran culpables.”
“Eliminados... así que los ejecutan.”
“Pero hay algunos que consiguen sobrevivir. ¿Qué crees que
pasa con ellos? Simple. Siguen a los Ángeles Caídos.”
“Los Ángeles Caídos eran los de las alas negras, ¿verdad?”
“Sí. Aunque los Ángeles Caídos hayan sido expulsados del
Cielo, aún siguen conservando el poder de la luz, que puede matar a los Demonios.
Además, los Ángeles Caídos también perdieron buena parte de sus efectivos en la
pasada guerra, así que han empezado a reclutar sirvientes, igual que hacemos
nosotros.”
Con todo lo que me había contado ya entendía la situación.
“Así que los Ángeles Caídos y los Exorcistas que fueron
expulsados tienen el mismo objetivo. Matar Demonios, ¿verdad?”
“Sí, exactamente. Por eso se les llama Exorcistas Renegados.
Son unos peligrosos Exorcistas que se han vuelto adictos a las cacerías de Demonios
y han empezado a atacar a los Demonios y a los humanos que tienen conexiones
con ellos gracias al poder que reciben de los Ángeles Caídos. Ese Cura de antes
es exactamente igual. Es un Exorcista Renegado que pertenece a cierto grupo
apoyado por los Ángeles Caídos. No son exorcistas propiamente dichos, pero son
igual de peligrosos que los auténticos. No, como no tienen ningún tipo de
restricción, son incluso más peligrosos. No es muy inteligente tratar con
ellos. Así que la iglesia a la que te acercaste aquella vez no le pertenece a
Dios, sino a los Ángeles Caídos.”
Sabía que allí se escondía alguna amenaza... Me di cuenta de
lo peligroso que era cuando estuve luchando con ese Sacerdote de mierda. Era
realmente malvado. Sólo pensaba en luchar y disfrutaba matando Demonios. Entrar
en combate con un grupo con más de esos tíos debía ser peligroso. Lo sabía. Lo
entendía. Pero... ¡Pero...! Tenía que decírselo a Rías-buchou.
“¡Buchou! ¡Tengo que salvar a esa chica! ¡Asia...!”
“Imposible. ¿Cómo piensas conseguirlo? Tú eres un Demonio y
ella es una sirviente de los Ángeles Caídos. Son dos razas que no pueden
coexistir. Salvarla a ella implica hacerte enemigo de los Ángeles Caídos. Si
eso ocurre, nosotros también tendremos que luchar...”
“......”
No sabía qué decir. Rias-buchou y los demás se verían
involucrados en aquello por mi egoísmo. Comparé a Asia con Rias-buchou y los
demás, pero no pude encontrar una respuesta. ¿Qué era más importante? Eso...
Eso sería... Me di cuenta de lo pequeño que era cuando fui incapaz de encontrar
una respuesta correcta. No podía salvar ni siquiera a una chica. Era demasiado
débil.
Parte 4
“Haaaaaa....”
Mediodía.
Hoy no he ido a clase. Ahora mismo estaba sentado en un
banco al lado de un parque infantil. Las heridas que me hizo ayer aquel Cura
aún no se me habían curado por completo. Según lo que dijo Rias-buchou, “El poder de la luz que le otorgaron a ese Cura
tiene que ser enorme.”
Para nosotros, los Demonios, la luz es venenosa y eso es una
auténtica molestia. Con la pierna así, no sería capaz de trabajar como Demonio
en un tiempo, así que Rias-buchou me ordenó que me tomase un descanso. Probablemente,
Rias-buchou ya se habría ocupado de hablar con los profesores, así que no
debería haber ningún problema, ya que controlaba el instituto desde las
sombras.
GRRRRRRRLLL
Me sonó el estómago. Ahora que lo pensaba, no había comido
nada desde el desayuno. Había estado pensando en Asia y en mi futuro como Demonio
todo el tiempo. ¿Cómo puedo salvar a Asia? Antes de pensar en eso, ¿estaría
Asia contenta con si situación actual? La verdad que no tenía ni idea, pero ya
había llegado por mí mismo a la conclusión de que no le gustaría mucho volver a
donde fuera que estuviera con aquel Cura psicópata que la golpeó. Ummmmmm. Si
hago las cosas por mi cuenta podría terminar ocasionándole problemas a
Rias-buchou y a los demás. Tenía que hacerme más fuerte... ese era el único
pensamiento que tenía en mente ahora. Hay cosas que uno sólo es capaz de hacer
si es fuerte. En mi corta vida como Demonio, esa era la única cosa de la que
podía estar seguro. Parecía que iba a tener que hacerme más fuerte si quería
conseguir mi sueño.
Desde entonces, había estado aprendiendo cómo hacer que mi
Artefacto Sagrado apareciera siempre que yo quisiera. Pero como no sabía cómo
utilizarlo, era una pérdida de tiempo. Quizá era que confiar en mi Artefacto
Sagrado hacia que me volviera más débil. Bien, ¡pues voy a empezar a entrenarme
duro en cuanto esté curado! También le preguntaré a Rias-buchou y a Akeno-san
cómo puedo utilizar mis poderes mágicos. No me siento nada orgulloso de esto,
pero le pediré a Kiba que me enseñe como manejar una espada también... De todos
modos, ya tenía un plan en mente. Me voy a volver más fuerte que ese Sacerdote
de mierda. Al menos necesito volverme lo suficientemente fuerte como para
escapar de los Ángeles Caídos por mi cuenta. Aunque fuera un ‘Peón’, podía
conseguir todo lo que me propusiera si trabajaba duro. Bueno, eso era lo que
quería creer. ¡Ahora que ya tengo un plan, iré a comer algo por ahí y volveré a
casa! Cuando me levanté del banco, vi algo de color dorado. Cuando miré con más
atención vi a una chica rubia que me resultaba familiar. Ella también se fijó
en mí. Los dos nos quedamos en shock.
“¿Asia....?”
“¿Ise-san...?”
Parte 5
“Guaaaaauuu....”
Era una escena bastante curiosa. Una monja que estaba
confundida delante del dependiente.
“Ummmm, ¿qué querría ordenar...?”
Incluso el empleado parecía estar algo apurado. Era la hora
de comer, así que me llevé a Asia a un restaurante de comida rápida en el
distrito financiero. Parecía que no había estado nunca en un sitio así, así que
le resultó bastante complicado decidir lo que iba a comer. Le ofrecí mi ayuda,
pero me dijo orgullosa “No pasa nada, ya me apañaré de alguna manera”, así que
estuve mirando todo el rato... Cuando lo pensé, recordé que no podía hablar
japonés, así que acabé por ayudarla.
“Lo siento. Va a pedir lo mismo que yo.”
“De acuerdo.”
El empleado tomó el pedido. Asia, por su lado, estaba
bastante deprimida.
“Joooo, qué vergüenza. Ni siquiera he podido comprar una
hamburguesa por mí misma...”
“Bueno, primero tienes que acostumbrarte al japonés.”
Traté de animarla porque estaba algo deprimida. Nos sentamos
en una mesa que estaba vacía en cuanto nos trajeron el pedido. Mientras íbamos
andando por el restaurante, la mayoría de la gente se quedaba mirando a Asia.
Se debía a que era una monja, pero también porque era muy guapa. Bueno,
cualquier tío se la quedaría mirando en cuanto la viera. Nos sentamos uno
enfrente del otro, pero Asia estaba mirando a la hamburguesa en vez de
comiéndosela. Más bien, no sabía cómo comérsela. En fin, estaba siendo todo muy
extraño.
“Señorita, puedes comértela quitando el envoltorio, así.”
Le hice una demostración mientras me reía un poco.
“¿¡En serio existe una manera de comérsela así!?
¡Impresionante!”
Menuda reacción... Eres realmente guapa, Asia.
“También puedes comerte las patatas así.”
“¡Vaaya!”
Asia me estaba mirando muy interesada mientras yo me comía
las patatas fritas.
“No, no. Come tú también, Asia.”
“Ah, sí.”
Le dio un mordisquito a la hamburguesa y después empezó a
masticar.
“¡Qué rica! ¡Esta hamburguesa está deliciosa!”
Dijo mientras le brillaban los ojos. ¿Qué comerá
normalmente?
“¿Es la primera vez que te comes una hamburguesa?”
“Sí, es verdad. Lo he visto algunas veces en televisión,
pero es la primera vez que pruebo a comerme una. ¡Es conmovedor! ¡Está
deliciosa!”
“Wow. ¿Qué sueles comer?”
“Principalmente pan y sopa. También pasta y ensalada.”
Qué comida más simple. ¿Será así en todas las iglesias?
“¿Sólo eso? Entonces cómetela sin prisa.”
“Sí. Me la comeré tranquilamente.”
Empezó a comer y parecía que le estaba gustando mucho. Pero,
¿qué hacía en aquel parque? Me dijo que tenía el día libre, pero parecía que
estaba huyendo de algo. Cuando me vio, parecía aliviada. Quería haberla
preguntado eso, pero podría haber sido una pregunta un tanto brusca.
Probablemente debería esperar hasta que ella quisiera contármelo. Yo la
escucharía encantado, fuera cuado fuera. También estaba el asunto con
Rias-buchou y los demás. Pero no podía decirle eso. Era tan irritante. Pero
bueno, como estaba disfrutando tanto la hamburguesa pensé que no debería
decirle nada que la hiciera entristecerse. Sí, eso es. Deberíamos olvidarnos de
todo, aunque fuera solo hoy. Esa es la conclusión a la que llegué.
“Asia.”
“Eh, sí.”
“Ahora vamos a ir a pasárnoslo bien un rato.”
“¿Eh?”
“Vamos a los recreativos.”
-
“¡Soy el conductor más rápido en las bajadas, Ise!”
¡Bruuuuuum! ¡Pisé a fondo el acelerador y cambié de marcha
en medio de la curva! ¡Conseguí pasar entre dos coches!
“¡Qué rápido! ¡Eres muy rápido, Ise-san!”
Fufufu, ¿lo estás viendo, Asia? ¡Ahora te vas a enamorar de
mi técnica al volante!
Y así, terminé jugando a un juego de coches en unos
recreativos cercanos. Aunque ahora estuviera liado, nunca me uní a ningún club
hasta que llegué al Club de Ocultismo. Motohama, Matsuda y yo nos pasábamos las
tardes enteras en los recreativos. Fuera un juego de carreras o no, ¡era capaz
de ganar en cualquiera de ellos!
[¡VICTORIA!]
El letrero que confirmaba mi victoria apareció en la
pantalla. Parecía que había vuelto a hacer un nuevo record del circuito...
Menudo crack, si es que me pongo a mí mismo. Entonces perdí de vista a Asia.
Cuando eché un vistazo a mi alrededor, vi que estaba mirando una máquina
expendedora de las de gancho.
“¿Qué estás mirando?”
“¡Waaaah! Na-nada... No es nada.”
Cuando le pregunté trató de hacerse la tonta.
“¿Quieres uno?”
Cuando miré vi que dentro había muñecos de “Rache-kun. Era
un bonito peluche inspirado en un ratón. Si no recordaba mal, el personaje
había nacido en Japón, pero ya era popular en todo el mundo. Así que por eso lo
conocía Asia.
“Asia, ¿te gusta ‘Rache-kun’?”
“Ummmmmm... no... es sólo que...”
Asia empezó a ponerse roja y acabó por admitirlo
tímidamente.
“¡Bien! ¡Te conseguiré uno!”
“¿Eh? ¡P-Pero...!”
“No pasa nada. Lo conseguiré.”
Eché una moneda y empecé a mover el gancho. Aunque puede que
no lo parezca, soy bastante bueno con este tipo de máquinas. Bueno, eso es lo
que pensaba, pero la verdad es que me costó lo mío conseguirlo. En el primer
intentó pude cogerlo pero se resbaló. En el segundo fallé estrepitosamente. En
el tercero y en el cuarto también fallé y Asia estaba empezando a preocuparse,
pero al quinto... ¡al fin lo conseguí!
“¡Sí, señor!”
Hice un par de poses y me agaché a por el peluche. Luego se
lo di a Asia.
“Aquí tienes, Asia.”
Asia se puso tan feliz que estrechó al peluche contra su
pecho.
“Muchas gracias, Ise-san. Voy a cuidar mucho este peluche.”
“Oye, si un peluche te hace tan feliz, la próxima vez voy a
conseguir muchos más.”
Eso es lo que la dije, pero ella denegó con la cabeza.
“No. Este Rache-kun que me has regalado representa el
maravilloso día que tuvimos juntos. Cómo hoy ha sido el único día que hemos
salido, guardaré con mucho cariño este peluche.”
Dijo todo aquello sin sentirse avergonzada ni nada de eso...
En realidad le pegaba haber dicho aquello. ¡Bueno...!
“¡De acuerdo, pero esto sólo acaba de empezar! ¡Vamos a divertirnos
todo el día, Asia! ¡Sígueme!”
“¡Sí!”
Cogí a Asia de la mano y fuimos a dar otra vuelta por los
recreativos.
Parte 6
“Ah, hemos estado jugando un montón.”
“Sí... estoy un poco cansada...”
Íbamos andando por la calle mientras nos reíamos. Ya era
casi de noche. Jajajajaja. Me había saltado las clases hoy y había estado
divirtiéndome hasta que anocheció. Tuvimos suerte de que no nos pillase la
policía. Si lo hubieran hecho, habríamos acabado en comisaría. Asia y yo estábamos
ya bastante agotados. Era divertido ver las reacciones de Asia cuando fuimos a
los recreativos y a otras tiendas. El plan que realicé para la cita con
Yuuma-chan había acabado sirviendo para algo. Era extraño lo útil que me había
resultado hoy.
“Aaaaaah”
Casi me tropiezo por la sensación tan incómoda que tenía en
mi pierna.
“Ouch”
También noté como me volvía a doler. Era la herida del día
anterior, justo en el lugar donde me disparó aquel jodido Cura. Parece que aún
iba a tener que esperar para ver el día en el que se curase la herida.
“Ise-san, esa herida... ¿es la de ayer?”
La expresión de Asia se ensombreció. Creo que la fastidié.
Estábamos pasando un buen rato hasta que hice que recordase algo doloroso, pero
Asia se agachó y empezó a comprobar mis heridas.
“¿Puedes subirte un poco el pantalón?”
“Oh, claro.”
Me subí un poco la pernera del pantalón y dejé que me viera
la pantorrilla. Aún se veía la cicatriz del disparo. Asia apoyó sus manos en
ese punto y pronto una luz cálida me envolvió la zona. Era una luz verde y
cálida. Era del mismo color que los ojos de Asia y parecía hermosa. Sentía como
si su propia calidez estuviera dentro de aquella luz.
“¿Qué tal?”
La luz se desvaneció y me dijo que me moviera. Moví un poco
la pierna. ¿Huh? Wow. ¡Impresionante!
“¡Es impresionante, Asia! ¡Ya no siento ninguna molestia!
¡Tampoco siento dolor!”
Corrí un poco por allí. Asia me sonrió después de mirarme.
“Eres increíble, Asia. Tu poder de curación es
impresionante. Es un Artefacto Sagrado, ¿verdad?”
“Sí, lo es.”
Así que después de todo si que lo era.
“Para ser honestos, yo también tengo un Artefacto Sagrado.
Aunque es un poco inútil.”
“¿Tú también tienes un Artefacto Sagrado, Ise-san? No me
había dado cuenta.”
“Bueno, ni siquiera sé qué efecto tiene. Y en comparación
con el tuyo, Asia, tú tienes un poder alucinante. Eres capaz de curar a
humanos, animales y también a Demonios como yo, ¿verdad?”
Al principio se quedó algo confundida, pero luego su cara se
entristeció. Poco después, una lágrima empezó a caer por su mejilla. Entonces,
salieron más y más lágrimas hasta que se derrumbó y empezó a llorar. No sabía
qué hacer, así que la llevé hasta un lugar en el que pudiéramos sentarnos.
Acabamos sentándonos en un banco cercano. Allí, me contó la historia de la
chica a la que llamaban “La Doncella Sagrada ”.
En cierta región de Europa, había
una chica que fue abandonada por sus padres. Fue criada en una iglesia cercana
como una monja, al igual que otros huérfanos. La chica, que era una seguidora
ferviente de la Iglesia ,
recibió un poder especial a los ocho años. Curó a un cachorrito herido y fue
visto por casualidad por un miembro de la Iglesia Católica.
Desde aquel momento, su vida cambió. La chica fue llevada a la sede principal
de la Iglesia Católica
y fue catalogada por muchos como la “Doncella Sagrada” por sus poderes
curativos. Utilizó sus poderes para sanar a muchos creyentes, a los que les
dijeron que tal era el poder de la protección divina. Los rumores se
expandieron y empezó a ganar renombre como la “Doncella Sagrada”, aún sin su
aprobación. No tenía ninguna queja sobre como la trataban. Los cargos de la Iglesia Católica eran amables
con ella y a ella no le disgustaba sanar a la gente. Realmente estaba bastante
feliz de ver como su poder le resultaba de ayuda a tanta gente. La chica le
estaba agradecida a Dios por brindarle ese poder.
Pero se sentía un poco sola. No tenía
ningún amigo con el que poder hablar. Todos la trataban bien y eran amables con
ella, pero no había nadie que quisiera ser su amigo. Ella entendía por qué.
Sabía que muchos la veían como algo que no era normal. No la veían como un ser
humano, sino como una criatura que podía curar a los humanos.
Pero un día, todo cambió. Por
casualidad, se encontró con un Demonio y le curó. Ella pensaba que, aunque se
tratase de un Demonio, su deber era curar a cualquiera que estuviera herido.
Era su bondad natural la que le llevó a realizar tal acto, pero aquello le
cambió la vida para siempre. Ese acto fue presenciado por uno de los cargos de la Iglesia , que se lo
notificó a la Cúpula
de la Iglesia. Los
altos mandos de la Iglesia
se quedaron sorprendidos por aquello.
“¿¡Un poder capaz de sanar a los Demonios!?”
“¡No puede haber pasado algo tan
estúpido!”
“¡El poder de la sanación sólo
debería utilizarse para los seguidores de Dios!”
Sí, había varias personas que
tenían poderes curativos, pero el poder de curar a los Demonios ya era otro
tema. Para la gente de la
Iglesia era de sentido común que el poder curativo no debería
funcionar ni para los Ángeles Caídos ni para los Demonios. Al parecer, algo
similar habría ocurrido en el pasado. Existió un poder capaz de curar a los Ángeles
Caídos y a los Demonios que no estaban protegidos por la gracia de Dios. Dicho
poder era temido y considerado el poder digno de una bruja, así que la gente la
veía como a una hereje.
“¡Maldita bruja que cura a los Demonios!”
La chica que hasta hace poco era
reverenciada como la Doncella Sagrada ,
ahora era temida como una bruja, por lo que la Iglesia Católica la expulsó de
su seno. El grupo que la recogió estaba formado por Exorcistas Renegados. En
otras palabras, tenía que obtener su protección divina de manos de los Ángeles Caídos,
pero aquella chica nunca se olvidó de rogar a Dios. Sin embargo, este nunca
respondió a la chica. Dios no la salvó. Lo que más le sorprendía a la chica era
que nadie parecía defenderla. Nunca nadie se preocupó de ella.
“Es porque no he rezado lo
suficiente... ¿Ves? Todo se debe a mi propia torpeza. Soy tan estúpida que ni
siquiera puedo pedir una hamburguesa yo sola.”
La chica se limpió las lágrimas
mientras se reía. No sabía qué decir. No sabía qué hacer ahora que había
descubierto su devastador pasado. Justo como había dicho, era una poseedora de
un Artefacto Sagrado que era capaz de curar incluso a los Demonios.
“Esto también es una prueba que
Dios me ha impuesto. Como sólo soy una monja torpe, Dios me ha impuesto esta
prueba. Tengo que soportarlo.”
Estaba riéndose, como si se lo
estuviera diciendo a sí misma. No tenías que decir nada más...
“Estoy convencida de que algún día
conseguiré un montón de amigos. Tengo un sueño. Quiero ir a recoger flores con
un amigo... y comprar unos buenos libros... y hablar...”
Estaba llorando. No podía ni
mirarla. Había estado soportando aquello durante toda su vida. Estaba esperando
a que Dios la salvase todo este tiempo mientras escondía sus sentimientos.
Oye.
¡Oye, Dios! ¿¡Qué sentido tiene
todo esto!? ¿¡Por qué no salvas a esta chica que lleva tanto tiempo esperando
tu ayuda!? ¡Pese a todo siempre te ha respetado por encima de todo lo demás!
¿¡Qué estás haciendo!?
¿¡Por qué no haces nada!?
¡No sé nada de ti! ¡Ni siquiera
creo en ninguna religión y además soy un Demonio! ¡Pero incluso un Demonio como
yo puede hablar con ella!
¿No eras tú el que nos otorgó los
Artefactos Sagrados?
¡Esto...! ¡Esto no puede estar
bien!
Pues bien, ¡esto es lo que pienso
hacer! ¡Mírame! La sujeté de la mano y la miré a los ojos, que estaban húmedos
a causa de sus lágrimas.
“Asia, yo seré tu amigo. No, de
hecho, ya somos amigos.”
Asia parecía estar un poco
confundida por lo que acababa de decir.
“Aunque sea un Demonio, me da
igual. ¡No pienso llevarme tu vida y no quiero ninguna recompensa! ¡Puedes
llamarme cuando quieras! Ah, si quieres te daré mi número.”
Me metí la mano en el bolsillo para
sacar mi teléfono móvil.
“... ¿Por qué...?”
“¿¡Y por qué no!? Hemos estado todo
el día juntos, ¿verdad? Hemos estado hablando, ¿o no? Nos hemos reído, ¿cierto?
¡Entonces somos amigos! ¡No importa si eres un humano, un Demonio o el
mismísimo Dios! ¡Somos amigos!”
“¿...Esto es un pacto con un Demonio...?”
“¡No lo es! ¡Vamos a hacernos
amigos! ¡Lo demás ahora no importa! ¡Hablaremos cuando queramos y saldremos a
dar una vuelta cuando lo queramos! Ah sí, ¡también me iré de compras contigo!
¡Iremos a comprar tanto como quieras! ¿¡Vale!?”
Sabía que soltar discursitos no era
lo mío. Ni siquiera era un poco romántico. Kiba probablemente habría sabido qué
decir exactamente en un momento como este, pero Asia se puso la mano en la boca
y empezó a llorar. Aunque esta vez no parecían lágrimas de tristeza.
“...Ise-san, no tengo sentido común.”
“¡Pues daremos vueltas por toda la
ciudad hasta que lo tengas! ¡Si visitamos sitios diferentes al final
conseguirás aprenderlo!”
“...No sé hablar japonés y no sé
nada de la cultura japonesa...”
“¡Yo te enseñaré! ¡Conseguiré que
aprendas japonés, hasta utilizando nuestros proverbios! ¡Déjamelo a mí!
¡Podemos ir incluso al museo a ver los Tesoros Nacionales de Japón! ¡Samurais!
¡Sushi! ¡Geishas!”
“...Ni siquiera sé de qué me estás
hablando...”
Le sujeté aún más la mano a Asia.
“Hemos estado todo el día hablando
como si nada. Eso estuvo bien. Ya estábamos actuando como si fuéramos amigos.”
“¿...Tú serás mi amigo...?”
“Yo me ocuparé de ti de ahora en
adelante, Asia.”
Asintió con la cabeza y sonrió.
Ahora todo estaba en su sitio. ¡Ya éramos amigos! La tristeza de Asia ya
formaba parte del pasado. No sabía como se sentiría en ese momento, pero estaba
convencido de que podría conseguir que sonriera de ahora en adelante. ¡Incluso
un humano y un Demonio pueden ser amigos! Al principio pensé que sería
imposible, pero ahora ya me daba igual. Ahora mismo, no me importaba. ¡Iba a
verla como una amiga desde este mismo momento! ¡Nadie se interpondrá en nuestro
camino! ¡Yo protegeré a Asia!
“Es imposible.”
La voz de una tercera persona rechazó todos mis
pensamientos. Cuando miré en dirección a la voz, me quedé sorprendido. Era una
persona a la que ya conocía. Una chica esbelta con un pelo negro y sedoso. Era
Amano Yuuma-chan.
“¿Yuuma-chan...?”
Se empezó a reír en cuanto me escucho decir eso, como si lo
encontrase divertido.
“Heh. Sobreviviste. Y encima como un Demonio. ¿En serio? Eso
es lo peor.”
Su voz no era la que una vez conocí. Sonaba más como la de
una adulta que había sido embrujada.
“...Raynare-sama...”
Asia la llamó por ese nombre. ¿Raynare? Ah sí, me había
olvidado por completo que Amano Yuuma era un Ángel Caído. Era verdad. Casi lo
olvido. Así que su verdadera identidad era la del Ángel Caído Raynare.
“¿Qué quiere un Ángel Caído como tú...?”
Hizo una mueca cuando hablé con ella.
“Lo que no quiero es que me hable un sucio Demonio de tercera,
como tú.”
Me miraba como si estuviera mirando algo realmente
desagradable.
“Esa chica, Asia, es una de mis posesiones. ¿Puedo
recuperarla? Asia, es inútil que trates de escapar.”
¿Escapar? ¿Qué quiere decir?
“No, no quiero... no quiero volver a aquella iglesia. No
quiero volver a estar con gente que disfruta matando a los demás... Además, me
habéis hecho tantas cosas...”
Asia le respondió disgustada. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué pasó
en aquella iglesia?
“No digas eso Asia, por favor. Tu Artefacto Sagrado es
esencial para llevar a cabo nuestro plan. ¿Volverías conmigo? Me he tomado mi
tiempo para buscarte, ahora no me causes más problemas.”
Raynare se acercó hacia nosotros. Asia se escondió detrás de
mí. Su cuerpo estaba temblando de miedo. Di un paso al frente para protegerla.
“Espera. ¿Acaso no ves que no quiere ir? Yuu.... no,
Raynare-san. ¿Qué planeas hacer con ella cuando la recuperes?”
“No me llames por mi nombre, maldito Demonio. Vas a hacer que mi nombre suene asqueroso. Lo
que haya entre nosotras no tiene nada que ver contigo. Si no vuelves rápido con
tu ama te mataré, ¿entendido?”
Raynare estaba reuniendo luz en su mano. ¿Era la lanza? Ya
morí una vez por su culpa. ¡Necesitaba hacer el primer movimiento!
“¡Artefacto Sagrado!”
Llamé a mi Artefacto Sagrado y mi brazo izquierdo se cubrió
de luz. Entonces, dicha luz formó un guantelete rojo en mi brazo. ¡Sí! ¡Lo
conseguí! Estuve practicando para hacer aparecer mi Artefacto Sagrado sin tener
que hacer la misma posturita que tenía que hacer antes. Raynare se sorprendió
al verme sacar mi Artefacto Sagrado, pero luego empezó a burlarse.
“Mis superiores me habían dicho que tu Artefacto Sagrado era
uno peligroso, pero parece que se equivocaron.”
El Ángel Caído empezó a reírse. ¿Qué pasa? ¿Qué le parecía
tan divertido?
“Tu Artefacto Sagrado es uno de los más normales. Se le
llama “Twice Critical”(16). Hace que
se doble el poder de su poseedor por un determinado tiempo, pero incluso con
eso sigues sin ser una amenaza para mí. En serio, le pega a un Demonio de un
nivel tan bajo como el tuyo.”
¿Tenía la habilidad de doblar el poder de su poseedor? ¿Ese
era el poder de mi Artefacto Sagrado? Y dijo que era uno de los más normales...
pero eso era suficiente por el momento. ¡Tenía que esquivarla como fuera y
escapar con Asia! ¿Pero a dónde? ¿Al instituto? No puedo. No podía ocasionarle
problemas a Rias-buchou y a los demás. ¿A mi casa? ¿Cómo se lo explicaría a mis
padres? ¡Joder! ¡No sabía a dónde llevar a Asia aunque fuera su amigo! ¡Aaaghh!
¡Ya pensaría en ello más tarde! ¡Antes de eso necesito derrotar al Ángel Caído
que tenía enfrente de mí! ¡Mierda! ¡Lo peor de todo es que tenía que luchar
contra mi ex-novia! ¿¡Por qué siempre acababa metido en este tipo de líos!?
“¡Artefacto Sagrado! ¡Actívate, joder! Puedes doblar mi
poder, ¿¡verdad!? ¡Entonces hazlo!”
¡¡BOOST!!(17)
Sonó algo. Entonces sentí como el poder fluía hacia mí.
¿¡Significaba eso que había doblado mis poderes!? ¡Sí! ¡Con esto...!
GLICH
Entonces sonó algo malo. Sentí como algo atravesaba mi
estómago. La lanza de luz. Otra vez...
“Aunque hayas doblado tu poder sigues sin ser capaz de
esquivar una pequeña lanza de luz como la que he hecho. El doble de cero sigue
siendo cero, no puedes recortar la distancia que hay entre nosotros. ¿Lo
entiendes ahora, Demonio-kun?”
Me caí al suelo. Esto no pintaba nada bien. La luz es
venenosa. Es veneno para los Demonios. Y me había alcanzado en el estómago.
Esto... Me preparé para sentir el dolor que iba a preceder a mi muerte, pero no
sentí nada. Cuando miré, Asia estaba curando mis heridas. Había apoyado sus
manos en mi estómago y me estaba curando la herida. La lanza de luz se fue
haciendo más pequeña hasta que desapareció. No sentía el más mínimo dolor. En
su lugar, podía percibir la calidez de Asia.
“Asia, si no quieres que mate a este Demonio, ven conmigo.
Tu Artefacto Sagrado es vital para nuestro plan. Tu Artefacto Sagrado, ‘Twilight
Healing’(18), es especial, no como
ese. Si no vienes conmigo ahora mismo, le mataré.”
Raynare le dio una cruel orden. ¿¡Era un rehén!? ¡Y una
mierda!
“¡Cállate! ¡Puedo derrotarte...!”
“Está bien, entendido.”
Asia aceptó las órdenes de aquel Ángel Caído sin hacer caso
de lo que dije.
“¡Asia!”
“Ise-san, gracias por el día de hoy. Fue realmente
divertido.”
Tenía una gran sonrisa en la cara. Mi estómago ya se había
curado por completo. Cuando lo comprobó, empezó a andar hacia Raynare.
“Buena chica, Asia. Eso es, ya hemos resuelto el problema.
Con el ritual de hoy te liberaremos de todo tu sufrimiento.”
Raynare sonreía lascivamente. ¡Joder! ¡No se parecía en nada
a la Yuuma-chan
que yo conocí! ¿A qué se refería con eso
del ritual? ¡Sólo podía significar algo malo! Le grité a Asia.
“¡Asia! ¡Espera! Somos amigos, ¿¡no!?”
“Sí. Gracias por hacerte amigo de alguien como yo.”
Prometí que protegería a Asia.
“¡Tengo que proteger a Asia...!”
Se giró mientras seguía sonriéndome. Miré fijamente a su
sonrisa un momento.
“Adiós.”
Esa fue su despedida. Raynare cubrió a Asia con sus alas
negras.
“Maldito Demonio. Esta vez parece que esta chica te ha
salvado. Pero si me molestas de nuevo, definitivamente te mataré. Adiós,
Ise-kun.”
El Ángel Caído que tanto se había burlado de mí se elevó en
el cielo llevándose a Asia. Pronto desaparecieron de mi vista. Lo único que
quedó en la escena era yo, el peluche de Rache-kun que Asia había dejado allí y
plumas negras. No pude hacer nada... “Te protegeré, Asia.” Qué gracioso. Me
puse de rodillas y empecé a darle puñetazos al suelo. Mientras apretaba los
dientes, noté como empezaban a brotarme lágrimas de arrepentimiento. ¡Joder!
¡¡Joder, joder, joder!!
“Asia...”
Grité el nombre de mi amiga hacia el cielo. No obtuve
respuesta.
“¡¡¡Asiaaaaaaaaa!!!”
Por primera vez en mi vida, me maldije por ser tan débil.
(16).- En español,
‘Doble Crítico’
(17).- Incremento,
aumento.
(18).- En español,
‘Curación Crepuscular’
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